Dormimos una noche como parada en el camino de los Faros. La habitación ideal, haciendo esquina con vistas al pueblo y a la ría de Lires, todo muy cuidado, champú, gel, secador, y hasta unas chocolatinas. El desayuno estupendo con todo natural y exquisito, tostadas de pan de la zona, bizcocho casero, macedonia recién cortada… todo lo que quieras y muy rico. Te preparan bocadillos envueltos para la jornada. Y también cenamos una cena riquísima: pastel de centollo, brochetas de rape, vieiras y una tosta de sardina escabecha, todo increíble. Tienen terraza con vistas, un jardincito y un salón con unas cristaleras como si estuvieses fuera. Todo precioso y muy tranquilo. Un lugar especial para disfrutar. Además una atención y recomendación por parte de todo el personal excelente. 100% recomendable.

El lugar donde se encuentra el hotel es perfecto para aquellos que aman estar cerca de la playa. Los clientes mencionan que despertarse con el sonido de los gallos es un lujo y que la playa es espectacular. La limpieza del lugar es impecable y el servicio del personal es amable y atento.

Según uno de los comentarios, el precio de las cenas podría ser considerado un poco caro en comparación con la calidad del pescado.

Durante mi estancia en este hotel en Navidad, me gustó mucho la decoración festiva en todo el lugar. Había luces brillantes, árboles de Navidad y una atmósfera cálida que realmente me hizo sentir como en casa. Además, la ubicación del hotel era perfecta, ya que estaba cerca del centro de la ciudad, lo que hacía que fuera fácil caminar y explorar las tiendas y los lugares de interés turístico. disfruté de la comodidad de tener un restaurante en el hotel, donde pude disfrutar de deliciosas comidas sin tener que salir.

Lo que menos me gustó de mi estancia fue el ruido proveniente de las habitaciones vecinas. Las paredes parecían ser muy finas y podía escuchar claramente los ruidos y conversaciones de las personas en las habitaciones contiguas.

Alojamiento con ubicación privilegiada, vistas espectaculares al mar, habitaciones bien diseñadas. Personal amable y atento. Desayuno completo a buen precio. Buena base para explorar la Costa da Morte.

Joyas escondidas, Luz propia, Hostelería extraordinaria, Trato personalizado, Instalaciones bonitas.

Nada, todo fue perfecto.

Lo mejor de este hotel rural fue la habitación, amplia y muy limpia. Además, el baño también estaba impecable. El desayuno fue fenomenal y la ubicación es perfecta como punto de partida para recorrer la zona. Destacaría el trato amable y familiar del personal.

Ninguna queja.

El trato del personal fue inmejorable, siempre atentos y amables. Las instalaciones estaban bien diseñadas y decoradas con flores. La ubicación junto a la playa ofrecía vistas espectaculares. El desayuno era completo y a buen precio. El pueblo tenía opciones de hostelería asequibles.

Nos encantó el alojamiento, con un diseño y confort de alto nivel. Las vistas desde la habitación eran impresionantes y la decoración nos hizo sentir como en un lugar encantador. Además, la atención de la propietaria fue increíble, ayudándome en todo momento durante mi estancia. También la ubicación del lugar era ideal, cerca de diferentes lugares turísticos y con playas hermosas en los alrededores.

El único aspecto negativo fue la falta de espacio de estacionamiento, pero rápidamente buscaron una solución. Además, faltaba un hervidor de agua en la habitación.

La limpieza impecable, las instalaciones modernas, el delicioso desayuno y el amable personal.

No tiene ningún problema.

El entorno natural es precioso, rodeado de paisajes espectaculares como la costa o la playa. Además, las habitaciones son amplias y cómodas, con camas grandes y baños bonitos. se destaca el servicio y la atención del personal, quienes son amables y atentos.

El precio del desayuno es un poco elevado.

Dormimos una noche como parada en el camino de los Faros. La habitación ideal, haciendo esquina con vistas al pueblo y a la ría de Lires, todo muy cuidado, champú, gel, secador. El desayuno estupendo con todo natural y exquisito, tostadas de pan de la zona, bizcocho casero, macedonia recién cortada… todo lo que quieras y muy rico. Te preparan bocadillos envueltos para la jornada. Y también cenamos una cena riquísima: pastel de centollo, brochetas de rape, vieiras y una tosta de sardina escabecha, todo increíble. Tienen terraza con vistas, un jardincito y un salón con unas cristaleras como si estuvieses fuera. Todo precioso y muy tranquilo. Un lugar especial para disfrutar. una atención y recomendación por parte de todo el personal excelente. 100% recomendable.

De verdad no hay nada que no me haya gustado 😊

Un lugar ideal para desconectar y recargar pilas, con un ambiente tranquilo y alejado de la gran ciudad. El restaurante ofrece productos frescos de la tierra a precios razonables, con un servicio atento. Los dueños y empleados transmiten profesionalidad y familiaridad. Recomendable sin duda.

Me sentí como un vip, no tengo ninguna queja en absoluto.

El lugar tiene una atmósfera maravillosa, única y llena de amor. Los dueños y empleados son amables y excepcionales. El desayuno es completo y auténtico con productos locales. Volvería sin dudarlo.

mi segunda estancia en liresca superó todas las expectativas. las habitaciones impecables y cómodas, las camas y almohadas geniales. el personal amable y atento. la ubicación y el paisaje son perfectos para relajarse. definitivamente volveré a liresca en mi próximo viaje a lires.

El hotel es muy limpio, con instalaciones nuevas y un personal amable. El desayuno es completo y auténtico, con productos locales. Hay parking gratuito y la ubicación es perfecta para hacer senderismo y visitar playas.

Mejor imposible.