Este hotel rural me hizo sentir como en casa. La habitación, con sus tonos amarillos brillantes, era acogedora y luminosa, como un rayo de sol en medio de un campo de olivos. La bienvenida fue cálida y la experiencia fue tan agradable que me sentí como si estuviera viviendo un trozo de historia española.

Café de la mañana.

Qué lugar tan hermoso! Nos sentimos como en un pedacito de historia española. El recibimiento fue encantador y a pesar de las barreras del idioma, nos reímos mucho y tuvimos una experiencia muy agradable. Dormimos de maravilla y había muchas opciones para comer y beber cerca. ¡La sala principal es impresionante!

No hay mucho que criticar, pero sería genial tener una taza de café por la mañana. Además, la falta de información sobre el desayuno y el wifi, así como algunos problemas con las instalaciones, podrían mejorarse para brindar una experiencia aún más increíble.

Disfruté de una estancia tranquila y en contacto con la naturaleza en un entorno precioso. La decoración rústica del salón creaba un ambiente acogedor y las instalaciones estaban bien cuidadas. Además, el desayuno gratuito con molletes de Marchena fue un detalle encantador. ¡Recomendaré este hotel sin duda alguna!

El único inconveniente fue el problema con el aire acondicionado, ya que no funcionaba como calefacción en pleno invierno. Sin embargo, la estufa eléctrica proporcionada fue suficiente para mantenernos cálidos.

Menuda joya de casa de campo. Me sentí muy afortunado de quedarme allí. Una verdadera pieza de la historia española. Aunque no es súper lujoso ni ofrecen comida, ¡recomiendo esta magnífica casa de todo corazón! Tuve una gran noche de sueño y hay un montón de opciones de comida y bebida muy cerca. ¡Espera a ver el salón principal! ¡Qué maravilla! 🌟 A pesar de algunas pequeñas sorpresas desagradables, como la falta de información sobre el desayuno y los problemillas en la habitación, la impresión general fue muy positiva.

Las habitaciones eran acogedoras y las camas muy cómodas. El baño tenía todo lo que necesitaba. La casa rural era bonita y estaba ubicada junto a una finca en funcionamiento. El acceso fue fácil y solo tuve que recorrer unos pocos metros por un camino de tierra. Al llegar, me sorprendió en un principio el aspecto rústico y antiguo de las instalaciones, pero luego me acostumbré y resultó perfecto para disfrutar de una estancia tranquila y en contacto con la naturaleza. Además, el entorno era precioso, con caballos, perritos y perdices en la finca. Las habitaciones estaban muy limpias y tenía todo lo que necesitaba. El desayuno que nos ofrecieron fue delicioso, especialmente las tostadas con miel. El personal, una encantadora familia, fue muy atento desde nuestra llegada hasta el desayuno. Mención especial al rico aceite de oliva virgen extra que producen ellos mismos. La ciudad cercana de Marchena es industrial, histórica y acogedora.

Nada, todo fue genial. 😊

nuestra estancia en Molino La Boticaria en Marchena fue simplemente encantadora. Pero quiero resaltar lo amable y atento que fue el personal. Las habitaciones estaban cómodas y limpias, y el desayuno con tostadas de miel fue delicioso. Nos encantó el entorno rural y la finca con caballos y perritos.

falta de atención del personal, especialmente durante nuestra estancia. sería útil tener indicaciones claras sobre el uso de la cocina para el desayuno.

Encantadora casa rural con historia Esta casa rural es simplemente preciosa, una verdadera joya histórica española. A pesar de la escasa información inicial sobre wifi y desayuno, la experiencia resultó muy agradable y acogedora. Recomiendo totalmente este magnífico lugar, aunque podría mejorar la comunicación y mantener la limpieza del entorno.

Mi estancia en Molino La Boticaria fue maravillosa. Pasé unos días de relax en esta hermosa casa rural adosada a una finca. Las habitaciones eran muy cómodas, con camas confortables y baños equipados con todo lo necesario. Además, el entorno era espectacular, rodeado de naturaleza y con animales como caballos y perritos. Destaco también la amabilidad y atención del personal, una familia encantadora, que nos sorprendió con un delicioso desayuno casero y tostadas con miel. La decoración rústica del salón y el cuidado del lugar en general también fueron aspectos que valoré positivamente.

Mi estancia en un hotel en Marchena fue increíble. El entorno natural y tranquilo fue lo que más me gustó. Disfruté de la belleza del campo y me encantó estar en contacto con la naturaleza. Las habitaciones eran espaciosas y cómodas, con camas muy confortables. El baño estaba bien equipado y tenía todo lo que necesitaba. Además, el desayuno que nos sirvieron fue delicioso y me sorprendió gratamente el aceite de oliva virgen extra que producen ellos mismos. Fue un toque especial.

Habitaciones cómodas, bonita casa rural, entorno precioso, desayuno rico y casero, decoración acogedora.

Es difícil mencionar algo negativo.