Decoración magnífica, ambiente acogedor y relajado. Detalles y comodidades que te hacen sentir como en casa. Producto de calidad en el desayuno y la cena. Zonas comunes para disfrutar y sentirte cómodo.

En cuanto a los aspectos negativos, lo único que puedo mencionar es el desayuno. Aunque estaba bien, podría haber sido más completo y mejor organizado en términos de tiempos de espera. A veces había que hacer cola y el café estaba disponible en una máquina expendedora, lo que no era de mi agrado. Sin embargo, esta pequeña falla no opaca la experiencia general en el hotel.

Me encantó mi experiencia en el hotel durante mi pascua en esta zona. Una cosa que más me gustó fue el trato y la amabilidad del personal.

El hotel ha sido diseñado con exquisito detalle, con una atención impecable a la limpieza y el orden. Además, el personal es muy amable y siempre dispuesto a ayudar. Los huéspedes pueden disfrutar de diversas comodidades, como espacios comunes acogedores y pequeños detalles que les hacen sentir como en casa. La ubicación es ideal, con bonitas vistas y cerca de varios pueblos y bodegas.

El hotel cuenta con habitaciones muy cómodas y acogedoras, especialmente la habitación Ermita con su terraza agradable. El desayuno casero es sencillo pero delicioso, y el personal es excepcional, brindando un trato amable y atento. Además, el hotel está ubicado cerca de hermosas bodegas y encantadores pueblos para explorar.

El desayuno puede mejorar, ya que el sistema de pedirlo con antelación puede resultar incómodo y limitante. Además, la falta de leche en la máquina expendedora y la demora en traerla al pedirla al personal fue un inconveniente.