Me enamoré de este hotel desde el momento en que puse un pie en él. El diseño cuidado y acogedor me hizo sentir como en casa. Además, las vistas desde el salón eran simplemente maravillosas. Me encantó despertarme cada mañana y disfrutar de un desayuno delicioso mientras admiraba el entorno espectacular a orillas del río. Y lo mejor de todo es que este lugar está perfectamente ubicado para disfrutar de las bodegas y el senderismo en la zona.

No puedo pasar por alto algunos aspectos negativos durante mi estancia. En primer lugar, las habitaciones estaban muy mal insonorizadas, lo que dificultaba mi descanso.

Lo mejor sin duda fue la terraza con vistas al río Ebro, perfecta para relajarse y disfrutar de una copa de vino. La habitación estaba muy bien, muy cómoda y agradable. El desayuno fue realmente bueno, con una gran variedad de opciones. Agradezco las medidas de prevención por el Covid19, como el servicio de desayuno en mesa en lugar del buffet.

Todo fue maravilloso.

El hotel tiene una ubicación impresionante justo al lado del río, con unas vistas espectaculares. Las instalaciones del hotel están limpias y bien cuidadas. El personal del hotel es amable y nos hizo sentir bienvenidos desde el momento en que llegamos. El desayuno fue delicioso y variado.

Todo fue genial, no encontramos ninguna cosa negativa en nuestra estancia.

Magnífica ubicación frente al rio Ebro. Comida del restaurante delicioso. Habitación deluxe impresionante. Personal extremadamente amable y servicial.

No puedo quejarme de la propiedad de ninguna manera.

Habitación con terraza y vistas al río y viñedos. Oferta gastronómica sorprendente, con cena de 9 platos deliciosos. Personal atento y amable. Baño con gel y cepillo. Ubicación tranquila cerca de bodegas y caminos rurales.

Mi estancia en el Palacio Tondón, La Rioja Brinas fue excepcional. Las espaciosas habitaciones con mucha luz natural y amplio espacio proporcionaron una comodidad inigualable. Además, la oferta culinaria del restaurante, con chefs de renombre, fue una experiencia gastronómica extraordinaria.

A pesar de la experiencia maravillosa que tuve, debo mencionar que la habitación en la planta tercera era algo ruidosa debido al constante trajín del personal subiendo y bajando las escaleras y lavando platos en la terraza por las noches. Sin embargo, este inconveniente no empañó mi fascinante estancia en este lugar.

Nuestra estancia en Palacio Tondón, La Rioja fue simplemente espectacular. El hotel está ubicado frente al río Ebro, lo que ofrece vistas increíbles y un entorno muy agradable. El diseño del hotel es cuidado y acogedor, con atención especial a cada detalle. Nos encantó la terraza exterior, perfecta para relajarse. Además, la atención del personal fue excelente, tanto en recepción como en el restaurante. Destacaría especialmente el desayuno, muy completo y delicioso. También nos gustó que nos cambiaran de habitación al reportar un problema con la ducha. En definitiva, un entorno perfecto para visitar bodegas y disfrutar de actividades al aire libre, exactamente lo que buscábamos.

La ubicación del hotel es excepcional, ya que está justo al lado del río. Además, las habitaciones son cómodas y luminosas, con unas maravillosas vistas al paisaje. El servicio del personal es atento y amable, siempre dispuestos a ayudar. El desayuno, aunque con algunas limitaciones debido a la situación actual, ofrece una variedad de opciones y se sirve con esmero. El hotel también cuenta con una bonita terraza donde se puede disfrutar de una cena bajo las estrellas.

Este hotel se encuentra en un entorno ideal, justo al lado del río. Además, está cerca de pueblos emblemáticos de la Rioja y a poca distancia de Logroño y Vitoria. Las habitaciones son cómodas y las camas geniales. También ofrecen un buen desayuno con variedad de opciones. La terraza con vistas al río es preciosa y perfecta para relajarse. El personal es amable y el hotel está decorado con buen gusto.

La atención en el hotel deja mucho que desear. En varias ocasiones, los clientes tuvieron que esperar mucho tiempo para ser atendidos o incluso se marcharon sin haber sido atendidos en absoluto.

una maravillosa estancia en un hotel de diseño junto al río Ebro, con habitaciones abuhardilladas impresionantes y una terraza magnífica. El vino y el desayuno fueron excelentes. Sin duda volveremos.

Olor desagradable en la habitación.

ubicación privilegiada junto al río, atención excepcional del personal, decoración encantadora, camas cómodas.

Nada que mencionar.

Nos alojamos en un hotel junto a un precioso río, con vistas increíbles desde el restaurante y algunas habitaciones. La habitación era espaciosa, con una cama muy cómoda y un baño amplio. El servicio fue excelente, atento y amable. El desayuno era exquisito, con una variedad de opciones deliciosas. Además, el hotel ofrecía instalaciones elegantes y acogedoras, como una terraza para relajarse con una copa.

Hubo un pequeño inconveniente en cuanto a la disponibilidad de ciertos productos durante la noche.

Las habitaciones tienen vistas increíbles al río Ebro y cuentan con un amplio ventanal y balcón de cristal. El desayuno ofrece productos de alta calidad y la cocina del restaurante es espectacular. El hotel ha sido renovado con buen gusto y las habitaciones son modernas y cómodas. El detalle de los aminities de Nuxe y la ducha son maravillosos.

Nos encantó la ubicación del hotel, justo al lado del río, lo que nos permitió disfrutar de hermosos paseos y de una terraza magnífica con vista al agua. La habitación abuhardillada era espaciosa y cómoda, con una cama súper cómoda y un baño bien equipado. El servicio fue amabilísimo, nos hicieron sentir como en casa. El desayuno fue bueno y variado, con muchas opciones para todos los gustos.

El horario de cocina del restaurante era limitado, lo que nos dificultó encontrar opciones de cena en el pueblo.

Nos encantó la ubicación justo al lado del río Ebro. Las vistas eran espectaculares y pudimos disfrutar de la tranquilidad y el sonido relajante del agua. El hotel estaba impecablemente limpio y las instalaciones eran de primera calidad. Además, el personal fue extremadamente amable y servicial durante toda nuestra estancia. El desayuno era delicioso y había una gran variedad para elegir. Además, la disponibilidad de estacionamiento fue muy conveniente.

No pude encontrar ningún fallo.