nuestra segunda estancia en Secadura superó todas nuestras expectativas gracias a Posada el Campo. Nos hicieron sentir como en casa con su cálida hospitalidad, habitaciones impecables y desayuno delicioso con productos caseros. El entorno natural y la ubicación conveniente para visitar Cantabria y Bilbao hicieron de nuestra estancia una experiencia inolvidable. Altamente recomendado.

Falta de transparencia en el costo adicional por el servicio de mascotas.

Nos encantó este lugar. La casa es hermosa, con una decoración muy elegante. La habitación era amplia y estaba impecablemente limpia. Además, el entorno es inigualable y la ubicación es perfecta para visitar muchos lugares en Cantabria y también en Bilbao. El personal fue muy amable y servicial, tanto en el momento de la recepción como durante los desayunos. Hablando de desayunos, eran espectaculares, abundantes y con comida de excelente calidad. También hay que destacar las vistas y el entorno, simplemente inmejorables.

Nada de nada.

Los desayunos eran deliciosos y abundantes, había una gran variedad para elegir. Además, el personal era muy amable y servicial. La ubicación del hotel también era perfecta, con hermosas vistas a la montaña y en un entorno tranquilo y relajante. Además, la limpieza de las instalaciones fue excelente, todo estaba impecable.

Había algunos aspectos negativos durante mi estancia. En primer lugar, no había aire acondicionado en la habitación, lo que significaba que teníamos que dejar las ventanas abiertas para mantenernos frescos.

hermosas vistas, desayuno completo, personal amable y atento. Todo muy limpio y cómodo. Recomendaría repetir.

Precio elevado para la cena.

Este hotel tiene una ubicación perfecta, rodeado de montañas y en un entorno tranquilo. La habitación era amplia y muy limpia. El desayuno casero era delicioso, especialmente la mermelada de higos y el bizcocho de limón. La piscina también era genial, con vistas increíbles. Además, el personal del hotel fue amable y servicial en todo momento.

Todo maravilloso. La casa, el entorno, la limpieza, la amplitud de la habitación, las personas que lo regentan. El desayuno y las cenas. Cocina casera, de muy buena calidad, buena materia prima, buena elaboración y presentación muy cuidada. Y.abundante.qué cenas!! Todo cerca, Santoña, Isla, Laredo, Los Caballucos para unos buenos paseos ecuestres.MUY BIEN.

Me sentí como si estuviera relajándome en casa, no tengo ninguna queja.

Viajé con mi mujer y 2 hijas y todo estuvo genial en Posada El Campo. El paisaje y la casa son preciosos, y la habitación fue perfecta para nuestra familia. La mujer que lo lleva es muy amable y atenta. La comida fue buenísima, aunque al principio nos sorprendió que no pudiéramos elegir, pero al final todo estaba exquisito y casero. A mis hijas les prepararon algo alternativo si no les gustaba. La piscina estaba limpia y bonita. Mis hijas disfrutaron mucho de los animales: burros, vacas y peces. ¡Nos hubiéramos quedado más tiempo!

Super recomendado.

La amplitud de la habitación, la decoración y las vistas preciosas. Un entorno tranquilo y relajante. El desayuno fue excelente, con una variedad de opciones deliciosas. El personal fue muy amable y servicial.

Nada.

Excelente ubicación en plena naturaleza, con vistas y sin ruido. Casa y mobiliario nuevos y modernos. Alojamiento adaptado a discapacitados, amplio y cómodo. Propietaria amable y flexible con horarios. Desayuno delicioso, con mermelada casera. Ideal para viajar con mascotas.

El desayuno excelente y el personal muy atento. La ubicación rodeada de montañas transmite tranquilidad. Vistas estupendas y energizantes. Decoración cuidada, habitaciones amplias y limpias. Recomendado para viajar en familia o pareja.

El trato cercano y amable, te hace sentir como en casa. Habitaciones amplias y bien decoradas. Desayuno variado y abundante. Piscina y ubicación inmejorables. Perfecto para escapada en pareja o con familia.

Mi estancia en Posada el Campo ha sido simplemente maravillosa. Ubicada en un entorno natural y tranquilo, pude realmente desconectar y disfrutar de la paz que tanto buscaba. La habitación era preciosa, con espectaculares vistas a las montañas y llenas de esa tranquilidad que tanto ansiaba. Además, el desayuno fue abundante y delicioso, con productos de calidad y preparado con mucho cuidado. El personal fue amable y atento en todo momento.