La habitación familiar es espaciosa y las camas son enormes y cómodas, aunque sin aire acondicionado, pasamos algo de calor. Desayuno correcto con vistas increíbles en la novena planta, aunque escaso en reabastecimiento. La ubicación es ideal, sin embargo, el acceso con escaleras es incómodo y el servicio en el parking decepcionante. No hay suficiente información sobre el aparcamiento, y se oye demasiado de las habitaciones contiguas. Las almohadas deberían ser más firmes y el trato del personal del parking deja que desear.

Las vistas al mar son espectaculares, pero la limpieza podría mejorar.

Una joya frente al mar

El Hotel Príncipe de Asturias es una elección perfecta en Gijón. Disfruté de impresionantes vistas de la playa de San Lorenzo desde la habitación, y el trato del personal fue excepcional. La limpieza y la comodidad de la cama garantizan un descanso reparador; ¡volveré sin dudarlo!

Ubicació immillorable, al costat de la platja. Vistes espectaculars i personal molt amable, sobretot al menjador. Habitació àmplia, tot i un parell de detalls que mereixerien una mica d'atenció. Preu del pàrquing una mica elevat. Almenys, esmorzar variat i deliciós!

Chicos, la vista al mar desde la habitación era ABSOLUTAMENTE INCREÍBLE 😍. El desayuno no valió la pena 💸, pero el personal era amable y servicial. ¡Una estancia relajante en el paseo marítimo! 🏖️

Estuvimos alojados en este hotel a poca distancia de la playa San Lorenzo. A pesar de algunos inconvenientes, como la falta de opciones gratuitas para preparar té en la habitación y la escasez en el desayuno hacia el final de la mañana, disfrutamos de unas vistas espectaculares al mar desde nuestra habitación. La ubicación frente al mar y la amplitud de las habitaciones fueron aspectos que realmente apreciamos durante nuestra estancia con niños.

Me encantó estar directamente en la playa. El servicio fue excelente. Volvería sin dudarlo. ¡Mucho mejor en persona! ¡Volveré seguro!

Vistas increíbles y desayuno bueno. Falta mantenimiento en habitaciones.

Disfruté de una estancia relajante en el Hotel Principe De Asturias, con una habitación cómoda, renovada y con vistas al mar. La atención del personal fue excepcional, incluso permitiéndome llevar a mi perrita. La ubicación frente a la playa y la cercanía a lugares como la Bullring El Bibio y la Basílica del Sagrado Corazón enriquecieron nuestra experiencia familiar.

Elegimos el Hotel Príncipe de Asturias solo por su conveniente ubicación para visitar la Playa San Lorenzo, pero nos sorprendió gratamente la amplia gama de servicios que mejoraron nuestra estancia en Gijón. La vista impresionante del mar Cantábrico desde la sala de desayunos en el noveno piso del hotel, junto con los productos frescos de la más alta calidad para el desayuno, simplemente nos encantaron.

Le falta mucho para las 4 estrellas.

Las vistas desde las habitaciones y la cercanía a la playa son muy agradables.

El desayuno no está a la altura de un 4 estrellas. Todo es muy limitado y el café no estaba caliente.

Vistas al mar espectaculares

Disfruté de unas vistas impresionantes al mar desde mi habitación tipo suite con una cama king size extra cómoda. A pesar de algunos inconvenientes, la ubicación central y frente al mar hacen que valga la pena considerar una estancia en este hotel para disfrutar de las hermosas vistas.

Mi experiencia en el Hotel Príncipe de Asturias en Gijón fue maravillosa! A pesar de algunos detalles como la conexión WiFi intermitente y la falta de regulación del calor en la habitación, disfruté de la vista espectacular a la playa San Lorenzo, la ubicación ideal cerca de restaurantes y la amabilidad del personal. ¡Recomendado!

El desayuno era delicioso y las vistas eran realmente espectaculares. La ubicación frente al mar y cerca del centro permitía disfrutar sin agobios. Las habitaciones eran amplias y cómodas, perfectas para relajarse.

Problema con camas resuelto rápidamente. Sin quejas.

Una estancia agradable y cómoda. Los desayunos ofrecen productos variados y de calidad premium, con vistas impresionantes al mar desde el comedor en el noveno piso. Las habitaciones, equipadas con modernos baños privados, son acogedoras y tranquilas. La ubicación céntrica facilita explorar a pie la ciudad y disfrutar de la cultura local. Un detalle divertido: ¡la parada del autobús está justo en frente! Una experiencia que invita a regresar.