El servicio de restaurante y la calidad del menú del día. La piscina, inmejorable. La flexibilidad de la gerencia para seguir disfrutando de las instalaciones.

Me sentí bien recibido, no tengo ninguna razón para quejarme.

Un gran hotelito rural para hacerte una escapada con tu mascota. Los perros son muy bienvenidos y hacen un trato excelente. El personal es muy amable y grandes profesionales, que disfrutan con su trabajo y se nota al recibir el servicio. Se nota que le dedican tiempo a la limpieza, ya que incluso llevando perro, la limpieza de las habitaciones cuando vuelves, es excelente. Los alrededores son una pasada, donde poder perderte del ruido y poder disfruta de la naturaleza al 100%. La tranquilidad de la zona, buen sitio para desconectar, amabilidad de propietarios y personal, bonito. Muy buena rehabilitación. Desayuno ok. Servicio de comida y cena por carta o menús a 16 euros, se agradece este servicio restaurante porque no hay muchos sitios cerca para ir a comer y así no tienes que desplazarte y puedes disfrutar de la casa y la piscina en verano. Tb está cerca la playa fluvial de Maceira.

De verdad que lo recomiendo.

Nuestra estancia en Rectoral de Fofe Hostal fue simplemente maravillosa. Las habitaciones amplias y limpias nos brindaron el descanso que necesitábamos. Las zonas comunes y la piscina fueron perfectas para relajarnos y disfrutar del buen clima. Además, el entorno natural cerca del río fue un verdadero lujo. Mención especial al personal amable y atento que nos hizo sentir como en casa. Sin duda, recomendaría este hotel.

El desayuno y la comida son geniales, con precios muy buenos. La piscina está bien cuidada y el bar tiene una hermosa terraza-jardín. La casa es bonita y hay rutas de senderismo para todos los gustos. La playa fluvial cercana es ideal, con merendero y chiringuito.

Me sentí al seguro, no he tenido ningún inconveniente.

La casa rural es amplia y cuenta con diversas habitaciones de ocio con libros y una televisión grande. La decoración es rústica y cuidada, creando un ambiente confortable. La habitación con balcón y vistas a la montaña es agradable y relajante. En la terraza hay una piscina grande con zona de césped, mesas y tumbonas para tomar el sol y leer un buen libro. En la finca también hay una gatita llamada Lola que es muy amigable. El personal ofrece una buena atención y un trato cercano.

Me sentí verdaderamente mimado, no me puedo quejar.

La ubicación es muy buena, con vistas espectaculares al valle y rodeada de naturaleza. Las habitaciones son amplias y limpias, ofrecen un espacio cómodo para descansar. El personal es muy atento y amable, siempre dispuesto a ofrecer recomendaciones sobre lugares para visitar y rutas de senderismo. Además, la comida en el restaurante del hotel es deliciosa.

El ruido de las fiestas que se realizan en el hotel por la noche puede dificultar el descanso y no es acorde con la tranquilidad y la desconexión que se busca en un entorno natural.

Me encantó la estancia en este lugar durante la pascua. Lo que más me gustó fue el ambiente tranquilo y relajado que se respiraba. Además, las habitaciones eran acogedoras y las zonas comunes eran muy agradables, con espacios para disfrutar tanto de la chimenea como de juegos y entretenimiento. disfruté de la comida, que estaba deliciosa. Otra ventaja fue la ubicación, rodeada de naturaleza y con hermosas rutas de senderismo para explorar. Sin duda, una experiencia inolvidable.

Hubo algunas cosas que no me gustaron tanto. La ducha en la habitación era un poco incómoda y dejaba todo mojado.