Pasión y esfuerzo de los ganaderos

Imposible encontrar algo.

Me encantó la ubicación pintoresca de este hotel. Está rodeado de hermosos paisajes y ofrece vistas impresionantes. Además, las habitaciones eran cómodas y espaciosas, con camas acogedoras para descansar después de un largo día de exploración. Sin mencionar que el personal era amable y servicial, brindando un excelente servicio en todo momento.

Debo admitir que la comida dejó mucho que desear. No estaba a la altura de mis expectativas y encontré que era bastante regular en términos de sabor y calidad.

Hermoso paisaje, personal amable, habitaciones cómodas y bien equipadas, actividades emocionantes.

Personal amable, excursiones interesantes, cultura apasionante, hermosa piscina con vistas increíbles, rincones encantadores. 😍

disfrutamos mucho de nuestra estancia en Vilches. El lugar superó nuestras expectativas. El entorno natural y la ganadería fueron impresionantes. Montar a caballo y recorrer los hermosos paisajes fue una experiencia de ensueño. El trato del personal, en especial de María Jesús, fue magnífico. Nos sentimos como en casa y nos brindaron una experiencia inolvidable.

El camino para llegar al hotel fue un desafío. Estaba lleno de baches y nos llevó mucho tiempo llegar.

Nos ha encantado el entorno rural en el que se encuentra el hotel. Además, las habitaciones son muy cómodas y limpias, con todas las comodidades necesarias para una estadía agradable. El servicio del personal es excelente, siempre atentos y dispuestos a ayudar en todo momento. disfrutamos mucho del desayuno, con una variedad de opciones deliciosas. Por si fuera poco, las instalaciones tienen un encanto especial, con espacios acogedores y bien decorados.

El único aspecto negativo es que las paredes de las habitaciones son algo delgadas y se puede escuchar fácilmente el ruido de los demás huéspedes.

La tranquilidad y belleza del entorno, la amabilidad y profesionalidad del personal, y las instalaciones del hotel.

Imposible encontrar algo.

Mi estancia en El Añadío fue una experiencia única. Durante mi visita, pude sumergirme en la cultura y trabajo en torno a la crianza del ganado de lidia. Las explicaciones apasionantes de la señora ganadera y el amor de Rosa por la finca y la tauromaquia, a pesar de su juventud, son verdaderamente fascinantes. El personal de cocina fue amabilísimo y siempre dispuesto a ayudar. Además, trataron a nuestro hijo de manera excepcional. Sin olvidar la maravillosa piscina con vistas a la dehesa y los encantadores rincones para sentarse a tomar algo. En resumen, un lugar realmente mágico con una cultura apasionante.

Por supuesto que lo recomiendo.