Si buscas un hotel en un hermoso entorno natural, este lugar es ideal. Las habitaciones son cómodas y tienen una terraza con vistas increíbles del entorno ecológico de la región. Además, los propietarios son excelentes anfitriones y te hacen sentir como en casa. No te pierdas la oportunidad de probar la deliciosa comida en su restaurante. La ubicación es perfecta para desconectar del estrés de la ciudad y visitar otras ciudades cercanas como Bilbao, Vitoria o San Sebastián.

El tamaño del baño es algo pequeño y no hay suficiente espacio para colocar los enseres personales. Sería ideal que la terraza contara con algún tipo de mampara para mayor privacidad.

Me encantó mi estancia navideña en este hotel. Los mejores aspectos fueron la comodidad y la limpieza de la habitación. Todo estaba en perfecto estado, nuevo y muy limpio. Además, la ubicación era espectacular, con vistas únicas que añadían un encanto especial a mi estadía. me encantó tener un balcón en la habitación, ya que pude relajarme y disfrutar de las vistas al final del día. Otra ventaja fue el restaurante que está justo al lado, donde pude disfrutar de deliciosas comidas y un fantástico desayuno. Sin duda, repetiré mi estancia en este lugar.

En cuanto a los aspectos negativos, no encontré nada que me desagradara durante mi estadía. Absolutamente todo fue perfecto y no tengo quejas.

El hotel se encuentra en un bello entorno en la región, lo que proporciona una experiencia única para los amantes de la naturaleza. Las instalaciones son modernas y las habitaciones están bien distribuidas, con terrazas que ofrecen maravillosas vistas. Los propietarios son excelentes anfitriones, brindando atención y cuidado a cada detalle. Además, el desayuno es fabuloso, con una variedad de opciones caseras que sorprenden a los huéspedes cada día.

Parece que hubo algunas inconsistencias en cuanto a las reservas y las habitaciones asignadas.

Tuve una estancia maravillosa en Saiaritz. La casa es exactamente como se ve en las fotos, la habitación perfecta y la cama súper cómoda. El equipo de Saraizt es simplemente increíble. Desde Merce en recepción, que te recibe como una amiga, hasta Iratxe y Angel, ejemplos de dedicación y profesionalidad. Mención especial al restaurante Ruperto, con desayunos y comidas de gran calidad y cantidad. Saiaritz es una joya, con una historia admirable y una combinación excepcional de calidad profesional y humana.

El hotel es maravilloso, con una arquitectura tradicional y un entorno precioso. Los dueños son amables y acogedores, y el restaurante Ruperto ofrece comidas deliciosas. La habitación era cómoda y estaba bien equipada. La limpieza fue impecable.

Aunque el colchón era un poco duro, no puedo quejarme de mi estancia en Saiaritz. El personal fue muy amable y la casa estaba muy limpia y nueva.

Fue un viaje en familia, nos dieron un apartamento con cocina. El apartamento excelente, muy bien equipado el menaje de la cocina, las instalaciones muy modernas, limpias y con una decoración moderna y exquisita. Mercedes, la recepcionista, fue encantadora y nos dio todo tipo de información de la zona. El personal del restaurante también fue excelente, muy amables y serviciales. La comida abundante y deliciosa, y el desayuno muy completo y variado.

Lo recomiendo.

De locatie was perfect, op loopafstand van een supermarkt en restaurants. Ook vlakbij Mercado 28, waar we lekker hebben gegeten. De kamer was comfortabel met airconditioning en een ventilator. De badkamer had altijd warm water en er waren voldoende handdoeken. In de kamer hadden we een magnetron, koelkast en koffiezetapparaat. Alles wat we nodig hadden was aanwezig.

Helaas was het uitzicht vanuit de kamer niet geweldig.

El hotel cuenta con habitaciones cómodas y limpias, con un baño espacioso. Además, las instalaciones son modernas y nuevas. La ubicación en un bello entorno en la región ofrece mucha tranquilidad y relax. También destacaría el desayuno completo que se sirve en el restaurante cercano, donde se puede comer y cenar a precios asequibles. El personal es muy agradable y te hacen sentir como en casa.

Nada, todo fue maravilloso.

Nos encantó nuestra estancia en Saiaritz. El entorno era precioso, rodeado de campos para desconectar de todo. La habitación era grande, moderna, cómoda y muy limpia. El desayuno era muy bueno, con una buena cantidad de comida. El personal era muy atento y amable. A pesar de que nos quedamos pocos días, sin duda volveremos en el futuro. En general, recomendaría este hotel.

Me gustó bastante el hotel en general. Los pros fueron que las habitaciones eran amplias y estaban muy bien decoradas, con una bonita terraza incluida. Además, el personal del hotel fue muy amable y servicial. Otra ventaja que disfruté fue que el desayuno ofrecía una gran variedad de opciones. También destacaría la buena ubicación del hotel, ya que permitía disfrutar de la tranquilidad del entorno rural sin estar demasiado lejos de las atracciones turísticas principales.

Este hermoso hotel rural ubicado en un bello entorno en la región, no solo ofrece habitaciones impecables y bien decoradas, sino también un excelente servicio. Los dueños son amables y te hacen sentir como en casa desde el momento en que llegas. Además, el desayuno es abundante y delicioso, con zumo recién exprimido y una variedad de delicias. Además, el hotel cuenta con un restaurante donde se puede disfrutar de una deliciosa comida a precios razonables.

La única pequeña desventaja es que la cocina en los apartamentos no tiene persianas ni puerta, lo que permite que entre mucha luz por la mañana en el resto del apartamento.

Me encantó el entorno natural en el que se encuentra este hotel. Nos alejamos del bullicio de la ciudad y pudimos disfrutar de largos paseos por preciosos paisajes. Además, la ubicación era perfecta para disfrutar de vistas impresionantes. También me gustó mucho el trato del personal, fueron muy amables y atentos en todo momento.

Por otro lado, no me gustó que el hotel estuviera un poco alejado del centro. Esto hizo que fuera un poco incómodo tener que desplazarnos a otras zonas para hacer visitas o salir a cenar.