Bonita ubicación entre viñedos. Sistema de hotel sin restaurante pero con facilidades para cocinar. Buen desayuno con embutidos locales y zumo de naranja recién exprimido. Cómoda habitación con decoración relajante y balcón con agradables vistas. Atención de Jordi muy agradecida, ofrece visitas a bodega y catas.

Pasamos un par de días en este encantador hotel en el Priorat y quedamos maravillados. Las vistas desde la habitación eran preciosas, con terraza privada hacia los viñedos. La atención de Diana fue excepcional, siempre amable y cercana. El desayuno buffet fue una delicia, con variedad de opciones. Aunque no había piscina, nos dieron tickets para la municipal de Gratallops, que estaba muy bien. En resumen, fue el lugar perfecto para relajarnos y disfrutar de la zona.

Me encantó el ambiente tranquilo y relajante de este lugar. El entorno era simplemente impresionante, con vistas preciosas y oportunidades para hacer una excursión por la bodega. Además, disfruté mucho de la posibilidad de hacer una barbacoa y de recibir una botella de vino de bienvenida. Sin duda, estos fueron los mejores aspectos de mi escapada. Además, el desayuno era delicioso y me permitió probar productos locales que estaban buenísimos.

También hubo algunos aspectos que no me gustaron. Al llegar, noté que la falta de mantenimiento en las instalaciones era evidente.

Mi estancia en Trossos Del Priorat fue realmente maravillosa. Estuve allí durante una semana, disfrutando de la tranquilidad y belleza del entorno. El hotel cuenta con unas instalaciones completas y preciosas, perfectamente integradas en el paisaje. Además, poder disfrutar de las dos salas, la de cocina con una selección de vinos espectacular y la de estar, junto con la terraza con vistas al Priorat, fue realmente cómodo y práctico. ¡Totalmente recomendable!

De verdad que lo recomiendo.

Ubicación espectacular, vistas estupendas, privacidad, terraza única, cocina completa, desayuno delicioso.

Todo está bien.

Materiales de construcción encantadores. Espacios integrados con el entorno. Atardeceres impresionantes. Flexibilidad en el uso de la cocina. Habitaciones confortables y decoración de buen gusto. Vistas inmejorables a los viñedos y puesta de sol. Visita interesante a las bodegas. Desayuno casero delicioso

Todo estuvo bien.

Este hotel es simplemente maravilloso. Primero, debo mencionar su excelente relación calidad-precio. Por el precio que pagas, obtienes una experiencia inolvidable en un entorno idílico rodeado de viñedos. Además, el servicio y el personal son simplemente increíbles. Desde mi llegada, me hicieron sentir como en casa, siempre dispuestos a ayudar y proporcionar información útil. Las habitaciones son limpias y cómodas, con una vista espectacular que te dejará sin aliento. Y no puedo dejar de mencionar el delicioso desayuno con productos locales que ofrecen todas las mañanas. Definitivamente, este hotel se preocupa por los detalles y hace todo lo posible para que sus huéspedes tengan una experiencia de 5 estrellas.

No tengo ninguna queja. Todo fue perfecto.

Nos hospedamos en un alojamiento situado en medio de un hermoso viñedo, lo que nos permitió disfrutar de unas vistas impresionantes desde nuestra habitación y las zonas comunes. El personal fue increíblemente amable, nos hicieron sentir como en casa. La habitación estaba limpia y cómoda, y el desayuno ofrecía una selección de productos locales deliciosos. Además, pudimos visitar la bodega y probar sus vinos, lo cual fue una experiencia maravillosa.

La insonorización entre habitaciones podría mejorar, ya que fuimos molestados por el ruido proveniente de la habitación vecina.

Las mejores aspectos de nuestra estancia fueron la comodidad y elegancia del hotel, así como la atención amable y cercana del personal. La decoración de la habitación era relajante y armoniosa, con vistas a los viñedos que nos encantaron. Las zonas comunes estaban meticulosamente cuidadas y se nota que se presta atención a cada detalle. Además, el hecho de poder acceder a la cocina y al salón en cualquier momento nos hizo sentir como en casa. La ubicación en medio de los viñedos también fue algo que disfrutamos mucho.

No me puedo quejar de nada.

El paraje en medio del Priorat rodeado de viñedos ofrece ubicación y encanto. Tranquilidad e intimidad en el hotel. Cama muy cómoda. Oportunidad de hacer una excursión por la bodega. Posibilidad de hacer una barbacoa. Botella de vino de bienvenida. El salón con chimenea hace la estancia de invierno cálida y acogedora. Terraza fantástica para disfrutar de las estrellas. Desayuno con productos locales deliciosos. Ambiente tranquilo y de paz. Recomendado para estancias románticas.

Me sentí como un rey, no tengo ninguna queja.

Este alojamiento es perfecto para desconectar y hacer una pausa en la vida rutinaria. Las habitaciones son limpias y cómodas, con una arquitectura cuidada. El desayuno es delicioso y el personal es fantástico, siempre dispuesto a ayudar y dar información. Las vistas a los viñedos y pueblecitos son increíbles.

Me sentí como en casa, no tengo ninguna queja en absoluto.