El hotel rural en el que me alojé recientemente fue una auténtica joya. Primero, su relación calidad-precio fue realmente excepcional. El precio era muy razonable, especialmente considerando todos los servicios adicionales que ofrecían.

En general, mi estancia fue perfecta y no tengo ninguna queja con respecto a este hotel. Todo estuvo realmente bien.

Me encantó mi estancia en el Hotel Rural Suquin. Desde el momento en que llegué, el dueño Alberto me recibió con mucha cortesía y amabilidad, haciéndome sentir como en casa. Me explicó con detalle todas las atracciones turísticas de la zona y cómo llegar a ellas fácilmente. El hotel es encantador y tranquilo, perfectamente ubicado cerca de todos los lugares de interés. Las habitaciones son amplias, limpias y hermosas. El desayuno es abundante y delicioso. Sin duda, una experiencia muy recomendable.

El hotel está muy bien situado, con fácil acceso en coche y cerca de bonitos pueblos costeros. Las instalaciones son amplias, limpias y bonitas, y el desayuno es excelente y abundante.Destacamos especialmente el trato del personal, siempre atentos y serviciales.

Sin problemas. Recomendaríamos este hotel y repetiríamos nuestra estancia.

El hotel Rural Suquin ha sido una elección excelente para nuestra estancia en el campo. Está ubicado en una aldea tranquila, a pocos kilómetros de la costa, lo que nos permitió visitar los pintorescos pueblos costeros tanto al este como al oeste de Asturias. La atención del propietario, Alberto, y su disposición para atender todas nuestras necesidades fueron realmente excepcionales, lo que hizo que nuestra experiencia fuera aún más agradable. Las habitaciones, además de ser amplias y cuidadas, ofrecen unas maravillosas vistas, lo que proporciona una sensación de calma y serenidad. nos encantó el desayuno, con una variedad de productos de calidad, como los deliciosos bizcochos caseros y los exquisitos quesos de la zona, que hicieron que cada mañana fuera un verdadero placer culinario.

Todo estuvo perfecto.

Mi estancia en este hotel rural ha sido maravillosa. La ubicación es ideal, cerca de encantadores pueblos costeros y de un fantástico restaurante de pescado. La habitación en la que me alojé era espaciosa y cómoda, con unas vistas increíbles. El baño estaba impecable y el servicio fue excepcional. Además, el desayuno fue una delicia, con una amplia variedad de opciones caseras. Sin duda, recomendaría este hotel a los turistas extranjeros.

La única pequeña desventaja fue que las habitaciones no estaban muy aisladas entre ellas.

Hicimos una reserva en este hotel y fue una excelente elección. Las habitaciones eran amplias y cómodas, con colchones de alta calidad. El baño estaba limpio y tenía todos los servicios necesarios. El desayuno buffet casero era muy variado y delicioso. Además, el personal del hotel fue muy amable y servicial, brindándonos recomendaciones útiles para explorar la hermosa zona de Navia. Sin duda, un lugar para volver.

La falta de opciones de carta para cenar fue una desventaja, ya que los precios eran demasiado elevados y no podíamos elegir con claridad qué queríamos.

El entorno magnífico y ubicación ideal. Comida casera excelente y de proximidad.Trato exquisito y recomendaciones maravillosas.Perro bienvenido y compañía de Wilson.

Nada negativo.

Trato inmejorable y servicial. Ayudaron con avería en coche, buscando taller y transporte. Desayuno y cena excelentes calidad y precio. Información sobre lugares de interés y actividades. Bañera con jacuzzi en habitación. Días estupendos. Gracias por amabilidad.

La atención del equipo fue destacable, nos recomendaron opciones de rutas, playas y sitios para comer. El desayuno era maravilloso, con mucha variedad. Las habitaciones con terraza eran increíbles y la ubicación era perfecta.

Me sentí bastante a gusto, no tengo ninguna queja.

Alberto, amabilidad, tranquilidad, habitaciones limpias, desayuno abundante.

Me gustó todo.

El Hotel Rural Suquin es el lugar perfecto para hospedarse en la hermosa Asturias. Las habitaciones son cómodas y tranquilas, y todo está meticulosamente limpio. Pero lo que realmente destaca es la calidez y amabilidad de Alberto, el gerente del hotel. Él te hace sentir como en casa y es un verdadero ejemplo de la hospitalidad asturiana. Además, Alberto es un amante de la poesía y siempre tienes la oportunidad de leer algunos versos que él deja en las mesas. Sin duda, cuando regrese a Asturias, me quedaré nuevamente en este encantador lugar.

Me sentí muy bien, no tengo ninguna queja.