El edificio es de estilo rural vasco, nuevo y confortable, con una decoración rústica. Está rodeado de una amplia zona verde ajardinada. El entorno es precioso, con vistas al valle y al santuario de Loyola. La propietaria es muy amable y nos proporcionó mucha información para nuestras excursiones. También nos recomendó excelentes lugares para comer. El ambiente es relajado y tranquilo, perfecto para practicar senderismo en la montaña. La ubicación es favorable, cerca de playas y ciudades capitales. La casa es grande y tiene balcones con buenas vistas. El servicio es atento y amable, recomendando sitios para visitar.

Me sentí seguro, no me puedo quejar.

Nos alojamos en Txanpardin Hostal y tuvimos una experiencia excepcional. El alojamiento es acogedor y está situado en un entorno precioso, con vistas inmejorables. Está cerca de Loiola y de Azpeitia, con fácil acceso y buena señalización. La habitación y el baño estaban impecables, y la atención de Pilar fue exquisita. Además, es el lugar perfecto para hacer excursiones a la costa guipuzcoana, como Zumaia, Zarautz y Guetaria. Sin duda, recomendaría este alojamiento para disfrutar de unos días de descanso.

Todo fue perfecto 👌😊

Estuvimos de ruta por el País Vasco y encontramos esta preciosa casa rural. La habitación tenía unas vistas magníficas a la montaña y contaba con todas las comodidades. Todo estaba impecable y bien cuidado. Pili, la gran anfitriona, nos dio muy buenos consejos durante nuestra estancia. Además, la ubicación es perfecta, en un lugar tranquilo y con aire fresco. Si podemos, ¡volveremos!

¡Recomendaría este lugar!

Nuestra estancia en Txanpardin fue maravillosa. El caserío vasco es encantador y tiene unas vistas espectaculares a la montaña. La habitación con baño estaba muy bien equipada y limpia, y la cama de matrimonio era muy cómoda. Nos encantó la amabilidad de los propietarios, quienes nos hicieron sentir como en casa. Además, el entorno rural en el que se encuentra el alojamiento es fantástico, con hermosos paisajes y cerca del santuario de Loyola. Pili, la propietaria, fue especialmente amable y nos proporcionó información útil para nuestras excursiones. Por último, no podemos dejar de mencionar el delicioso queso Idiazabal que nos ofrecieron. En resumen, recomendamos este hotel sin dudarlo.

Aunque nuestra estancia fue maravillosa, nos hubiera gustado que las habitaciones tuvieran más privacidad, especialmente en cuanto a los baños compartidos y las terrazas. consideramos que el precio podría ser un poco más ajustado, teniendo en cuenta la falta de servicios como el desayuno y el pago con tarjeta.