Lo mejor de mi experiencia en este cariñoso alojamiento fue la ubicación perfecta, a solo 300 metros del supermercado y de la playa. Además, me encantó el hecho de tener una piscina privada y un jardín con césped artificial donde pude relajarme y disfrutar del buen tiempo. fue genial contar con un porche que me protegía del sol y me permitía pasar tiempo al aire libre.

Lo que menos me gustó fue que el sofá de la sala de estar era un poco estrecho y el apartamento podría haber estado un poco más limpio. Aunque en general todo estaba bien, me hubiera encantado poder aprovechar la cama elástica que aparecía en las fotos, pero desafortunadamente no estaba disponible durante mi estancia.

La tranquilidad que se encuentra en el alojamiento y la piscina de uso particular son un lujo. Además, la zona exterior con césped artificial es una gran ventaja. me gustó que todo en el interior del alojamiento funcionara perfectamente y estuviera limpio. El trato de Daniela y Míriam fue excepcional, siempre preocupadas por nuestra comodidad.

La zona de estar resulta un poco estrecha, especialmente el sofá, lo cual puede ser incómodo. creo que la limpieza del horno y el microondas podría mejorar, ya que encontré acumulación de suciedad.