la ubicación y las vistas del hotel son excelentes. Dormir en un barco fue una experiencia genial y la habitación, aunque pequeña, contaba con un lavabo. El desayuno y la cena estaban deliciosos, y las terrazas comunes eran ideales para relajarse. Gracias a Aras y Paulina por su amabilidad.

Habitación situada al lado del baño, lo cual resultó en ruido temprano por las mañanas. Además, encontré algunos granitos negros bajo mi almohada.

Buena ubicación cerca del centro. Recepción 24h. Personal amable. Desayuno bueno y variado. Precio asequible. Limpio. Dormir en un barco con vistas al lago y a la ciudad.

Me sentí muy relajado, no he tenido ningún inconveniente.

El camarote en el que nos alojamos era pequeño pero muy acogedor. El personal del hotel se mostró amable y servicial durante toda nuestra estancia. Además, el baño estaba limpio y bien cuidado.

Hubo algo que no nos gustó durante nuestra estancia. Hacía demasiado calor en el camarote y no había forma de regular la temperatura.

las vistas inolvidables hacia Gamla Slan y Estocolmo desde el camarote en la planta superior. La limpieza y disponibilidad de la cocina, neveras y terraza. Los baños limpios y las duchas con agua potente. El personal amable y permitir dejar las maletas sin coste adicional.

Habitación minúscula sin espacio para la ropa. Baños sin espejos y duchas sin suficiente espacio para cambiarse.

Tuvimos unas vistas impresionantes tanto del Ayuntamiento como de la parte nueva de la ciudad. Fue una experiencia increíble. El hotel era muy acogedor y nos encantó contar con una cocina para los huéspedes y zonas de descanso con sofás. En general, disfrutamos mucho de nuestra estancia.

A pesar de eso, también tuvimos algunos inconvenientes. La habitación tenía un olor desagradable y encontramos arañas y mosquitos allí.

La habitación era amplia y cómoda, con espacio suficiente para relajarse. La ubicación del barco era perfecta, a solo unos minutos a pie del casco antiguo y con una vista espectacular hacia la ciudad. Además, la cocina común estaba muy bien equipada y tenía mucho espacio, lo cual fue excelente para poder disfrutar del desayuno y la cena en el barco.

En el camarote faltaba un poco de luz y en algunas ocasiones hubo otros huéspedes que no tuvieron un comportamiento adecuado, haciendo mucho ruido en los pasillos durante la madrugada. Sería necesario un mayor control para evitar que esto ocurra y moleste a los demás usuarios.

La experiencia de dormir en un barco fue realmente divertida. Disfrutamos de unas vistas magníficas desde nuestra habitación, con el centro de Estocolmo justo enfrente. A pesar de ser un espacio reducido, el camarote era acogedor y nos encantó la sensación única que brindaba. Además, el hecho de contar con ropa de cama y guardaequipaje incluidos fue muy conveniente.

Aunque la limpieza estaba bien, notamos que algunas partes del barco estaban un poco desgastadas, lo que daba la sensación de estar un poco sucio. También los espacios de ducha eran muy pequeños y se podía escuchar todo lo que ocurría en el camarote contiguo.

Lo que más me gustó de mi escapada romántica fue la ubicación del hotel. Estaba a solo 20 minutos a pie de todas las atracciones turísticas, incluyendo la estación central. Además, el concepto de hotel-barco era realmente genial y le daba un toque especial a la experiencia. También aprecié mucho la limpieza de las zonas comunes, como la cocina y el baño compartidos. Era reconfortante encontrar estos espacios tan limpios en un lugar como este donde no sabes qué esperar. Además, fue muy útil poder dejar nuestras maletas allí gratuitamente el día del check out.

También hubo aspectos negativos durante nuestra estadía. La habitación era muy pequeña y no había suficiente espacio para poner nuestra ropa.

La ubicación es conveniente para llegar a los lugares de interés. Habitación limpia y cómoda. Buena experiencia de dormir en un barco con vistas al lago y la ciudad. Cerca del centro y un mirador cercano que vale la pena visitar. Baño compartido amplio y limpio. Buena relación calidad-precio.

Si buscas alojarte en un lugar original que no sea el típico hotel o hostel de gran ciudad, este es tu sitio. Los camarotes no son muy grandes y los hay con baño privado o compartido, pero si pillas uno con vistas al mar, no te arrepentirás. Especialmente por las vistas a la ciudad tanto de noche como de día. El personal también es amable y te ayuda en lo posible. Mi primer día estábamos a -6 grados y el calefactor que había no era suficiente, por lo que fui a recepción y me dieron otro más sin coste alguno. El complejo consta de tres barcos. A mí me tocó el segundo y la verdad es que estaba todo muy limpio y cuidado. Lo recomiendo.

Me sentí seguro caminando por la noche, no tengo ninguna pega.

Mi estancia en Rygerfjord Hotel fue única y original, ya que pude hospedarme en un barco. Disfruté de unas vistas excelentes de Estocolmo desde mi habitación y el ambiente nocturno era muy tranquilo. Además, contaba con una cocina común bien equipada y conexión wifi en la habitación. El desayuno y la cena también fueron deliciosos. Recomiendo este hotel en general.

Lo que más me gustó de mi estadía en este hotel fue la ubicación. Estaba a pocos minutos a pie de un barrio bohemio y alternativo, ideal para cenar y salir a buen precio. Además, las vistas desde el barco eran simplemente maravillosas. Cada vez que salía a la cubierta, podía disfrutar de una vista hermosa de la ciudad. También me encantó que el hotel tuviera un restaurante y terraza, lo que le daba un ambiente único y mágico.

Aunque mi experiencia en general fue positiva, hubo algunos aspectos negativos. Por un lado, la habitación era demasiado pequeña.

El camarote que me asignaron era pequeño, tenía poco espacio para maniobrar y apenas cabía la maleta debajo de la cama. A pesar de esto, el personal se mostró atento y amable durante toda mi estancia. Además, la habitación y el baño estaban muy limpios.

La limpieza del baño compartido dejaba mucho que desear, ya que parecía que solo lo limpian una vez al día y a veces se encontraban telas de araña y insectos muertos.

Lo mejor de mi estancia fue la ubicación estratégica del hotel. Fue muy fácil desplazarme a los principales lugares de interés de la ciudad. Además, estuve muy contento con la habitación que me asignaron, era limpia y cómoda, perfecta para descansar después de un largo día de exploración. Por otro lado, me encantaron las espectaculares vistas que tenía desde la terraza del hotel. Fue increíble contemplar los atardeceres del verano nórdico desde allí.

Hubo algunas cosas que no me gustaron tanto. La calefacción no funcionaba del todo bien, lo que hacía que mi camarote estuviera un poco frío.

Habitación reducida pero suficiente en un barco con vistas. Cama cómoda. Personal atento y guardan el equipaje. Cerca de la estación de metro y una parada de trenes y buses.