Mi estancia en el Hotel Adler fue maravillosa. Estuve en Zúrich por una semana de vacaciones y el hotel cumplió todas mis expectativas. La ubicación era perfecta, cerca de tiendas, puestos navideños y la estación central. La habitación era espaciosa, con un armario grande y un baño con bañera. Todo estaba impecablemente limpio. El servicio de habitaciones fue amable y eficiente. Además, el hotel estaba conectado directamente con el Adler Cuchi, un restaurante tradicional muy solicitado donde disfrutamos de deliciosos desayunos y cenas de raclette y fondue. Lo recomendaría y volvería sin duda.

Me encantaron dos aspectos de esta escapada romántica: la amplitud y comodidad de las habitaciones y su ubicación privilegiada en el centro histórico. Las habitaciones eran espaciosas y acogedoras, con una sala de estar y un mini bar que nos dieron esa sensación de lujo. Además, el colchón y las almohadas eran de excelente calidad, lo que nos permitió descansar plenamente.

A pesar de estos aspectos positivos, hubo algunas cosas que no me gustaron tanto. En primer lugar, me hubiera gustado que repongan el mini Toblerone que nos dieron en la almohada cada vez que hicieron la habitación.

la ubicación y el personal inmejorables. El hotel es supercómodo y cuenta con un restaurante típico de cocina suiza con deliciosas fondues. Además, la insonorización de las habitaciones es perfecta.

El acceso al hotel desde el aparcamiento es complicado.

Mi estancia en el Hotel Adler fue muy agradable. Me hospedé por tres noches y la ubicación era perfecta, cerca de tiendas, puestos navideños y la estación central. La habitación era amplia y estaba impecable, con un gran armario y un baño con bañera. Además, la calefacción se podía regular, lo cual es importante para mí. El personal, especialmente Renato, fue muy amable y siempre dispuesto a ayudar. También disfruté de la decoración ingeniosa del patio interior y del restaurante de abajo.

El hotel se encuentra en el centro del casco antiguo, lo que permite visitar fácilmente los puntos turísticos y bares y restaurantes cercanos. Las habitaciones son espaciosas, insonorizadas y muy limpias, con balcón y vistas a la plaza. El desayuno ofrecido es bueno y la conexión wifi es perfecta. Además, el personal de recepción es amable y servicial.

El restaurante del hotel puede tener largas colas de espera, lo que dificulta a los huéspedes la posibilidad de comer allí.

El personal amable y servicial. La ubicación en una zona céntrica y cerca de atracciones turísticas. Habitaciones limpias y cómodas. Buena comida en el restaurante del hotel.

Todo está bien.

Ubicación céntrica y conveniente. Habitación amplia y ordenada. Servicio de habitaciones amable y eficiente. Desayuno y restaurante excelentes

No pude encontrar nada malo.

Este hotel está situado en una zona turística, en el centro del casco antiguo de la ciudad. Además, las habitaciones ofrecen una bonita vista de los alrededores. Me encantó encontrar instalaciones modernas, incluyendo una ducha que funcionaba perfectamente y todo lo necesario para hacer té y café. También me gustó que el desayuno incluido estuviera compuesto por productos de alta calidad, y había opciones para vegetarianos.

Todo estuvo perfecto! No hay nada que mencionar en este aspecto.

Mi estancia en el hotel Adler fue excepcional. Me encantó la ubicación céntrica cerca de la estación de tren y la plaza del barrio antiguo. El hotel estaba limpio y cómodo, y me encantó la encantadora decoración. El desayuno servido en el bar del hotel era adecuado y el personal de recepción fue correcto. También me gustó cómo eliminaron casi por completo el ruido de la calle al cerrar las ventanas. En general, recomendaría este hotel.

Atención del personal, ubicación céntrica, detalles en la habitación , habitaciones con vistas a la calle de entrada a la recepción.

Sin problemas.

Muy limpio y bien ubicado. Personal atento. Reposición diaria de amenities y agua. Habitación en planta alta. Buffet de desayuno. Dos tranvías cercanos y cerca de la estación de tren. Cómodo y silencioso. Calefacción regulable. Restaurante en el hotel con ricas fondues. Decoración ingeniosa en el patio interior. Personal amable que habla español.

mi segunda estancia en Zúrich superó todas las expectativas. El Hotel Adler me sorprendió con su ubicación céntrica y habitaciones amplias. El servicio fue impecable, desde el amable personal de recepción hasta el excelente restaurante. El desayuno abundante y la insonorización perfecta hicieron que mi estancia fuera muy cómoda. Definitivamente volveré.

No dejaron toberones adicionales en la habitación cada día.

Ubicación excelente, hotel precioso, personal atento, comida abundante, insonorización perfecta.

Para nosotros fue ideal.