Todo fue más que perfecto. Paraíso terrenal. Playa divina. Atardecer en el jetty. Comida impecable. Limpieza excelente. Personal increíblemente atento. Hotel bonito. Piscina de cristal increíble.

Nada, todo genial.

Mi estancia en este hotel fue simplemente maravillosa. Tuve la suerte de tener mi propia piscina con vistas al mar, lo cual fue impresionante. Además, el personal hizo un gran esfuerzo para adaptarse a las necesidades de mi esposo, quien es celiaco, algo que no siempre ocurre en todos los lugares. Como era nuestra luna de miel, nos regalaron una cena romántica en la playa, lo cual fue un detalle encantador. Todo el personal fue extremadamente amable y servicial. La ubicación del hotel, junto a la playa en esta hermosa isla, fue perfecta. Recomiendo este hotel sin dudarlo.

El lugar es un paraíso terrenal, frente al mar y cerca del océano. Las instalaciones del hotel son impecables, con preciosos jardines y villas bien cuidadas. La comida es excelente y el desayuno es de primera categoría. El personal es amable, atento y se esfuerzan por hacer que la estancia sea lo más grata posible.

Pasamos cinco noches en un hotel junto al mar en Zanzibar. La ubicación era perfecta, con acceso directo a la playa y hermosas vistas del océano desde nuestra villa con piscina privada. La habitación era espaciosa y cómoda, con un baño lujoso y todas las comodidades necesarias. El servicio fue impecable, con un personal amable y servicial que se aseguró de que nuestra estancia fuera agradable. El desayuno era delicioso, con muchas opciones para elegir.

Lo mejor del hotel fue la ubicación, con unas maravillosas instalaciones y villas con piscinas privadas. Además, nos encantó poder pasear en bicicleta por el lugar. Un aspecto destacado fue la atención del personal, que fue amable y servicial en todo momento.