La habitación es amplia, con una cama grande y cómoda. El baño siempre está calentito. El servicio de habitaciones hace la cama, recoge la basura y deja agua potable, café y galletas. El personal es atento y amable. Las vistas desde la terraza son impresionantes, se puede ver el Castillo de Edimburgo y los fuegos artificiales de Año Nuevo. El edificio del hotel tiene un estilo del siglo XIX, con pasillos amplios y señoriales.

Me sentí como si estuviera visitando a la familia, no tengo ninguna queja.

Amplias habitaciones con decoración lujosa y vistas espectaculares. Personal servicial y amable. Restaurante y bar con buen servicio y opciones a precios razonables. Buena ubicación con fácil acceso al transporte público.

Me encantó la elegancia y la tranquilidad del hotel. La ubicación era perfecta, en un lugar encantador a las afueras de la ciudad. Además, disfruté de las magníficas vistas desde la habitación. La habitación era acogedora, con una cama cómoda y un mobiliario agradable. El desayuno fue impresionante, con una amplia variedad de opciones y un servicio atento y profesional. agradezco el agua potable siempre disponible en la habitación.

Hubo algunos aspectos que no me gustaron. La falta de agua potable en el grifo de las habitaciones fue un inconveniente.

Nos encantó hospedarnos en este hotel. Está ubicado en un hermoso barrio residencial con fácil acceso al centro de la ciudad. La parada de autobús está muy cerca del hotel, lo que facilitó nuestro desplazamiento. Además, pudimos estacionar nuestro coche de forma gratuita en las instalaciones del hotel. La limpieza de las habitaciones fue impecable y disfrutamos de maravillosas vistas. El desayuno fue magnífico, con una amplia variedad de opciones para todos los gustos. El personal del hotel fue muy amable y profesional en todo momento.

Ningún fallo.

Este hotel tiene una ubicación ideal, ya que se encuentra cerca de lugares de interés turístico y de los medios de transporte público. Las habitaciones son agradables y bien equipadas, con camas cómodas y vistas maravillosas. Además, el desayuno es magnífico, con una gran variedad de opciones y un personal atento.

El hotel no cuenta con ascensor, lo cual puede resultar incómodo para aquellos con problemas de movilidad.

Este hotel es una joya en una ubicación tranquila y con unas vistas maravillosas. El personal es amable y servicial, y el precio es muy razonable. Las habitaciones son cómodas y tienen bonitas vistas. El desayuno incluido ofrece muchas opciones deliciosas.

Todo estuvo bien.

El entorno tranquilo y bonitas vistas, restaurant bistro al lado del hotel, atención y calidad excepcionales, decoración lujosa en las habitaciones, cocinita y baños amplios.

Nada que mencionar.

Hablando de mi estadía reciente en un hotel encantador en un edificio magnífico y bien mantenido y restaurado, puedo decir que las habitaciones eran limpias y acogedoras. El baño tenía un calentador de toallas, lo cual fue un detalle muy agradable con el frío. Además, contar con una cafetera para preparar chocolate y café, siempre acompañado de unas galletas, fue un plus. La única pega sería la falta de ascensor, pero entiendo que rompería la estructura tan bonita del edificio.

En cuanto a las desventajas, me sentí como en casa al instante, no he tenido ningún inconveniente.

Mi estancia en el Braid Hills Hotel fue simplemente encantadora. Pasamos unos días allí y disfrutamos de todos los aspectos positivos que ofrece este fantástico lugar. La habitación estaba impecable, amplia y con unas vistas maravillosas. Además, el desayuno era de excelente calidad y el personal del hotel era muy amable y atento. destacaría que el hotel se encuentra en una ubicación residencial tranquila, lo que ofrecía un ambiente exclusivo y sereno. Definitivamente recomendaría este lugar a cualquier persona que visite la ciudad.

Os recomiendo este fantástico lugar.