Este hotel nos impresionó desde el primer momento que entramos. Nuestra habitación, aunque no era muy grande, estaba bien distribuida y tenía todo lo que necesitábamos. La cama king size era muy cómoda y el agua caliente para la ducha matutina nunca faltó. Además, el desayuno era delicioso, con huevos esponjosos, hash browns y por supuesto, gofres. había una gran variedad de pasteles frescos, y mi esposo disfrutó de las galletas que estaban disponibles para los huéspedes por la noche. Nos encantó poder ver a algunos huéspedes divirtiéndose en la sala de desayuno por la noche, jugando juegos. Este hotel es definitivamente cálido y acogedor, y sin duda consideraremos hospedarnos aquí nuevamente.

No encontramos nada que mejorar en este hotel.