Nos encantó nuestra estancia en este motel precioso en un pueblo de película. Lo que hace a este lugar único es la dueña del pueblo, que nos hizo sentir muy bienvenidos. En tan solo 5 minutos de paseo encontramos una gasolinera y una tienda de suvenires, la oficina del sheriff, un museo con el esqueleto real de un mamut, un bar, un restaurante y un terrario con tortugas del desierto. hay una escuela, un pequeño parque con lagos donde vimos pupfish y una piscina de agua caliente que brota de un manantial. El personal es muy amable y están orgullosos de su pueblo, donde históricamente las mujeres han sido las más importantes. Además, la habitación era limpia y cómoda, con la ventaja de poder aparcar nuestro coche justo al lado de la puerta. Aunque no estaba indicado en la reserva, nos ofrecieron un desayuno que realmente agradecimos. En general, tuvimos una estancia agradable en el Inn de Shoshone.

Nada en absoluto de lo que quejarse 😊.