Nos encantó nuestra estancia en este hotel. Lo mejor fue la ubicación, justo al lado del río y cerca del centro histórico de la ciudad. Además, el personal fue excepcionalmente amable y servicial. Tuvimos una experiencia maravillosa en el desayuno, con una amplia variedad de opciones deliciosas para elegir. Las instalaciones del hotel estaban impecables y bien cuidadas. En resumen, este fue un lugar maravilloso para alojarse.

Nada de nada. Todo fue perfecto y no tuvimos ningún problema durante nuestra estancia.

El hotel estaba ubicado al lado del río, lo que ofrecía vistas hermosas. Además, estaba cerca de la estación de tren, lo que facilitaba el transporte. Las habitaciones estaban decoradas en estilo clásico y tenían todas las comodidades necesarias, como televisión en el baño. El servicio era excelente, con un personal muy amable. El desayuno era delicioso y ofrecía una gran variedad de opciones. En general, la estancia fue muy agradable, a pesar de algunos problemas con el personal.

El personal del hotel era poco amable y no cumplió con las reservas confirmadas de los huéspedes.

Ambiente impactante, decoración única, suntuosos restaurantes, ubicación privilegiada, personal amable.

Nada.

Excelente ubicación, ambiente clásico con toques modernos, personal amable, cafè y restaurantes suntuosos. Habitaciones decoradas estilo clásico pero con comodidades tecnológicas. Obras temporales.

La limpieza y las instalaciones del hotel son excelentes. Todo está impecable y muy bien mantenido. El desayuno es delicioso y variado, con muchas opciones para todos los gustos. El personal es amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar en cualquier momento. La ubicación es perfecta, justo en el centro de la ciudad, a pocos pasos de todas las atracciones principales. Además, el hotel está ubicado a orillas del río, lo que le da un ambiente muy pintoresco.

Todo bien.

El ambiente impactante y ùnico del hotel Sacher nos sorprendió gratamente. Su decoración semeja un palacio del siglo XIX, pero con todas las comodidades modernas que lo hacen superconfortable. Disfrutamos especialmente de su cafè y de los suntuosos restaurantes. Aunque no tuvimos oportunidad de probar la famosa Torta Sacher, sin duda volveremos para saborearla. Además, su ubicación a pocos metros del Puente de las Cadenas es ideal. En resumen, el hotel Sacher Salzburgo, con sus más de ciento cincuenta años, realmente hace honor a su prestigio.

Que no pude quedarme más tiempo 😞. Además, durante nuestra estancia en el hotel nos encontramos con obras en curso que deberían haber sido advertidas.