El alojamiento muy bonito. Salón, baño y zonas comunes excelentes.Atención amable de la chica.Cabaña cómoda y equipada.Habitación confortable con frigorífico.Personal amable y servicial.Restaurante con precios razonables.Cena y desayuno deliciosos.

Todo estuvo perfecto.

El hotel cuenta con habitaciones múltiples y privadas, camping, cabañas, restaurante y un mesero amable que habla español. La ubicación es inmejorable junto a la carretera y las vistas son espectaculares.

Me sentí totalmente relajado, no me puedo quejar.

Me alojé en Berunes Hi Hostel durante mi viaje por los fiordos de Este y tuve una estancia fantástica. La zona común de cocina estaba muy bien equipada, con mesas amplias y muchos utensilios de cocina. El enclave del hostel también fue destacable, ya que ofrecía vistas impresionantes al fiordo. El alojamiento en una habitación típica de casa islandesa era encantador y acogedor, con un ambiente rural especial. El personal del hostel fue otro punto destacado, siempre atento y muy amable. Además, el restaurante del hostel ofrecía una fantástica oferta culinaria a buen precio, con especial mención al dueño, quien también era el cocinero y siempre estaba dispuesto a ayudar.

Lo recomiendo.

El personal era encantador y nos dio orientación sobre qué ver en los alrededores. La casa estaba puesta muy bonita, a pesar de ser pequeña, tenía una minicocina propia. Además, la ubicación en un lugar aislado al lado de un precioso fjordo es maravillosa.

Las instalaciones estaban deterioradas, especialmente la cocina, el baño y las ventanas.

Me encantó poder disfrutar de un relajante baño en el jacuzzi privado del hostel mientras observaba el mar y los pájaros. disfruté de las impresionantes vistas del valle de Thorsmork rodeado de glaciares.

Qué divertido fue intentar subir las maletas por unas escaleras casi inaccesibles! Y lo mejor de todo, ¡la habitación era una miniatura!

En nuestro viaje, nos alojamos en un lugar absolutamente espectacular. La ubicación era simplemente de ensueño, rodeada de montañas con cascadas y un fiordo espectacular con vistas al mar. Nuestra habitación era como una casita de muñecas, cuidada con detalle y nos transportaba a otra época. Además, la cocina y el comedor compartidos eran espacios amplios y acogedores. Nos encantó la experiencia de poder disfrutar del desayuno y las comidas que ofrecían.

Por decir algo, las ventanas no tenían persianas, solo cortinas delgadas que dejaban pasar la luz del sol por la mañana.

El alojamiento en Berunes Hi Hostel fue todo un viaje en el tiempo con detalles vintage y cuidado exquisito. Amplios espacios como la cocina, el comedor y los pasillos. La ubicación en una zona preciosa con vistas al mar y paisajes dignos de película.

Me sentí realmente atendido, no tengo ninguna queja en absoluto.