Nos encantó este lugar. La belleza arquitectónica dentro de un ambiente totalmente natural en la selva baja maya es impresionante. Las habitaciones son muy cómodas y bonitas, y el personal es amable y servicial. La comida del restaurante es deliciosa y a precios razonables. Además, la tranquilidad del lugar es perfecta para relajarse.

Recomiendo este lugar a todos.

El paisaje y la arquitectura son impresionantes. La casita maya es cómoda, sin necesidad de climatización. La caminata por la hacienda es relajante y en contacto con la naturaleza. Buena experiencia en Izamal.

El hotel es hermoso, rodeado de naturaleza en la selva baja maya. Las habitaciones son cómodas y bonitas. El personal es amable y siempre dispuesto a ayudar. La comida del restaurante es deliciosa y a precios razonables.

Tuve una estancia maravillosa en un lugar encantador. Me sentí transportado a otro tiempo con las magníficas instalaciones y las habitaciones cómodas y acogedoras. La comida en el restaurante era espectacular, especialmente el Salmón al Cilantro. También disfruté de la tranquilidad y la belleza del paisaje. Definitivamente regresaré. En general, recomendaría este hotel.

La belleza arquitectónica. La atención y hospitalidad. El ambiente natural y tranquilo. La comodidad de las habitaciones. La excelente comida. El trato del propietario.

El desayuno rico y variado. La casita Maya muy cómoda y encantadora. La atención amable y eficiente del personal. El entorno natural tranquilo y relajante. La restauración y decoración de la Hacienda. La comida del restaurante deliciosa. La atención y trato increíble. La tranquilidad y comodidad de las habitaciones.

Nada, todo excelente.

El desayuno delicioso, casita maya cómoda, microclima agradable, contacto con la naturaleza, restaurante con buena comida y amplio horario.

Nada que decir.

La ubicación es realmente agradable, con edificios perfectamente cuidados, dos piscinas y unos jardines bonitos. No está muy poblado, lo que lo hace aún más tranquilo y relajante. Además, está a tan solo 30 minutos en coche de Mérida.

Recomendaría este hotel a todo el mundo.

Belleza arquitectónica, ambiente natural, habitaciones cómodas y bonitas, atención del personal, hospitalidad yucateca.

No me puedo quejar de nada.

Está ubicado a solo 30 minutos en auto de Mérida, lo cual lo hace muy conveniente. Además, esta situado en un entorno tranquilo y poco poblado, lo que lo convierte en un refugio perfecto lejos del bullicio de la ciudad. Además, el personal es muy amable y está siempre dispuesto a ayudar. Ofrecen servicios como room service, lavandería y servicio de transporte, que hacen que la estancia sea aún más cómoda. Debo destacar también las comodidades de la habitación, como el aire acondicionado, la terraza y la caja fuerte, que realmente agregaron valor a mi experiencia. En resumen, este lugar ofrece un servicio de alta calidad y comodidad mejorada.

Recomendaría este hotel a todo el mundo!

Este hotel nos encantó por varias razones. Las instalaciones están impecables, con edificios perfectamente cuidados, dos piscinas y un hermoso entorno. La limpieza es impecable y todo está en perfecto orden. El desayuno fue delicioso, con una amplia variedad de opciones. El personal fue amable y servicial en todo momento. Además, el hotel está ubicado en un lugar tranquilo, lo que lo hace perfecto para relajarse. Sin duda, fue una estancia muy agradable.

Nada.

El desayuno es delicioso y completo. Las habitaciones son cómodas y acogedoras, además de estar bien decoradas. El personal es amable y eficiente. La ubicación del hotel es perfecta, ya que está en contacto con la naturaleza y es tranquila. También ofrece varias piscinas para relajarse.

Me hospedé en la Hacienda Ticum durante un fin de semana y fue una experiencia maravillosa. La hacienda está bellamente restaurada y decorada con mucho gusto. El entorno natural es hermoso y tranquilo, creando el ambiente perfecto para relajarse. El personal fue extremadamente amable y eficiente, especialmente el propietario, Aurelien, quien nos trató de manera excepcional. Además, el desayuno fue delicioso y la casita maya en la que nos quedamos era acogedora y cómoda. Disfrutamos caminando por la hacienda y también visitamos Izamal, que está a solo 40 minutos de distancia. En resumen, ¡todo fue perfecto!

La hacienda está muy bien restaurada y cuidada, con una decoración muy bonita y de buen gusto. El entorno natural es precioso, tranquilo y relajante. Solo se escuchan los pájaros y el viento. El restaurante es cómodo, con una carta sencilla pero correcta, y está abierto en horario amplio. El personal es muy amable y eficiente. Destaco el excelente trato del propietario, Aurelien. El desayuno es delicioso y la casita maya en la que nos hospedamos fue muy cómoda y generaba un agradable microclima. Además, caminar por la hacienda nos permitió estar en contacto con la naturaleza. visitamos Izamal, que queda a solo 40 minutos. ¡Todo estuvo muy bien!

Me sentí muy bien atendido, no tengo ninguna queja.

disfrutamos mucho nuestra estancia en ticum, fue otro descanso muy agradable. la hacienda es hermosa, decorada con mucho gusto y rodeada de naturaleza. el personal es muy amable y eficiente, y el trato del propietario fue excelente. el desayuno es delicioso y pudimos disfrutar de la casita maya, que era muy cómoda y generaba un agradable microclima. todo fue perfecto!

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