Me encantó estar en este lugar durante mi navidad. Los mejores aspectos fueron la ubicación perfecta con vistas increíbles y el albergue limpio y cuidado. Poder subir y bajar en el funicular por solo 3 euros fue genial, además de disfrutar de la tranquilidad de la zona. me gustó que las habitaciones fueran espaciosas y cómodas, con enchufes para cargar el móvil en cada cama. Sin duda, una gran opción para hospedarse en esta época del año.

Hubo algunas cosas que no me gustaron. Por un lado, no había personal del albergue presente durante mi estancia, lo cual fue un poco incómodo.

La ubicación era inmejorable, con vistas espectaculares de la ciudad, el río y el mar. Además, el albergue estaba limpio y las habitaciones eran grandes y cuidadas. ofrecían conexión wifi en las habitaciones y un mueble para poner objetos personales.

El funicular era la única forma de llegar al albergue y dejaba de funcionar temprano en la noche, lo que limitaba las opciones para cenar o hacer actividades por la tarde.

Gustos: El entorno del hotel era precioso, con vistas impresionantes de la ciudad y el mar. El funicular era una forma conveniente y económica de llegar y disfrutar de las vistas. Además, el hotel estaba muy limpio, lo cual fue una gran ventaja.

El albergue ofrece buenas instalaciones a un precio razonable. Las habitaciones cuentan con vistas impresionantes, donde se puede disfrutar de la tranquilidad del entorno. Además, el albergue es moderno y funcional, lo que facilita la estancia de los peregrinos.

Hay dificultad para llegar al albergue, ya que se encuentra alejado del centro y es necesario tomar un taxi o subir escaleras.