Un hotel precioso, con un aire vintage que aporta encanto. Las habitaciones son amplias, con techos altos y una cama extremadamente cómoda. La ubicación es ideal, cerca de restaurantes y en un edificio antiguo con un hermoso patio interior. Sin embargo, hay áreas que necesitan atención. La piscina, más parecida a un jacuzzi grande, carece de escalera y no tiene acceso cercano a un baño. Detalles como olor a tuberías en el baño y restos de comida en el armario revelan carencias. El servicio es amable y el desayuno, bueno. Aunque es un tres estrellas, aspira a cuatro. Con algunas mejoras, el potencial es inmenso.

Nos quedamos en un hotel en el centro de la ciudad, en una ubicación ideal para explorar la zona. Además, la habitación era amplia y cómoda, con una cama estupenda. había un bonito patio donde podíamos relajarnos después de un día de turismo.

El desayuno no estaba a la altura de nuestras expectativas, ya que había una tostadora lenta que generaba problemas de tiempo.

Me encantó la arquitectura histórica del edificio, así como la comodidad de las habitaciones. La cama era muy cómoda y el baño estaba modernamente integrado. Además, me gustó mucho la ubicación céntrica del hotel, lo que me permitió desplazarme fácilmente al centro histórico de la ciudad y a varios restaurantes. Un aspecto adicional que disfruté fue el amplio aparcamiento privado y el agradable jardín con piscina.

Por otro lado, encontré algunos aspectos negativos durante mi estadía. A veces, la conexión WiFi se perdía, lo cual resultaba incómodo.

Fue una grata sorpresa quedarme en este hotel. Aunque necesita una renovación, lejos de ser un punto negativo, su encanto reside en su aspecto antiguo. La habitación era amplia y incluso tenía una terraza que ofrecía vistas increíbles. Además, tenía un lugar para aparcar mi coche y un jardín con piscina que, aunque necesita mejoras, fue un lugar agradable para relajarse.

El colchón de la cama no era lo más cómodo y el baño estaba dividido en tres habitaciones separadas, lo que lo hacía un poco incómodo. Además, la falta de ascensor en un edificio histórico fue un inconveniente.

Este hotel es una joya arquitectónica, conservando los aires modernistas de 1900.

Nada.

¡Hola! Quería compartir nuestra experiencia en este encantador hotel en Moura. Nos sorprendió gratamente, todo fue genial. Nos dieron una habitación pequeña, pero con una cama enorme y comodísima, ¡no extrañamos para nada nuestra cama! Además, el desayuno fue variado y delicioso. También cabe destacar que el personal fue extremadamente atento, especialmente con mi novia celiaca, hicieron todo lo posible por adaptarse a sus necesidades. Además, la ubicación del hotel es perfecta, en el centro del pueblo, lo cual nos permitió explorar fácilmente a pie. Sin duda alguna, volveremos pronto. ¡Recomiendo este lugar con entusiasmo!

Habitaciones amplias con muebles históricos. Desayuno abundante y variado.- Personal amable y atento

Nada, es perfecto.

Me encantó este hotel en el centro de la ciudad. Está cerca de buenos restaurantes y al lado de la iglesia. La habitación era pequeña pero la cama era enorme y cómoda, lo cual fue una agradable sorpresa. El desayuno era variado y el personal fue muy atento, incluso con las necesidades dietéticas especiales de mi pareja. Además, el edificio tenía mucho encanto y estaba muy limpio.

No había agua caliente para la ducha por la mañana.

El hotel tiene habitaciones amplias y cómodas, con baños completos y limpios. El personal es amable y atento. El desayuno es bueno y variado. El edificio tiene un encanto antiguo y bonito, con mobiliario cuidado. La ubicación en una ciudad tranquila es perfecta para relajarse y disfrutar.

Disfrutamos de una escapada romántica y nos encantó la experiencia. Las habitaciones eran espaciosas y muy cómodas, perfectas para relajarse y descansar. Además, el hotel se encuentra en una ubicación privilegiada, cerca de lugares clave para visitar. Otra ventaja que disfrutamos fue la zona de piscina, perfecta para refrescarse y disfrutar del buen clima.

Encontramos algunas desventajas durante nuestra estancia. El primer inconveniente fue la falta de ascensor, lo que resultó incómodo al tener que subir las escaleras con nuestras maletas.

El hotel tiene una buena relación calidad-precio y está ubicado en el centro de la ciudad, lo que facilita explorar los alrededores. El personal es amable y atento, y las habitaciones en los pisos superiores son espaciosas y cómodas, equipadas con instalaciones para hacer té y una cama doble. El desayuno fue muy bueno, aunque faltaba queso fresco.

Todo estaba bien.

Increíble dormir a estos precios en un palacio de esta categoría. El hotel es impresionante, un antiguo convento convertido en hotel en 1899. La ubicación es perfecta, en el centro de Moura. El ambiente es tranquilo y parece como si todavía fuera un convento en cuanto a movimientos y sonidos. Las habitaciones están decoradas con muebles de madera de anticuario y ofrecen vistas formidables. El aparcamiento es amplio y el desayuno es impresionante, tanto por el local como por la atención que se recibe. La relación calidad-precio es inmejorable.

Aunque todo fue perfecto, hay que mencionar que no tiene ascensor, lo cual es normal dado el edificio en el que se encuentra. También sería necesario insonorizar las ventanas de algunas habitaciones, ya que se pueden escuchar los coches que pasan por la calle.

Edificio histórico increíble, ubicación inigualable, personal amable y servicial. Habitaciones amplias y cómodas, aparcamiento gratuito y desayuno delicioso incluido. Gran recomendación del recepcionista sobre lugares para comer. Piscina disponible. ¡Altamente recomendado! 🌟