La ubicación estupenda al lado de la autopista, el aparcamiento subterráneo seguro y la excelente comida del restaurante hacen de este sitio un lugar genial para descansar de un largo viaje. Disfrutamos mucho la amabilidad del personal y la oportunidad de practicar nuestro español. Lamentablemente, no había un bar de cócteles ni un salón el domingo, lo cual nos sorprendió, pero no afectó nuestra estancia en general. 👍

Las habitaciones en el Hotel Andia son muy acogedoras. Me encantó la bañera de hidromasaje y el hecho de que todas las habitaciones tengan aire acondicionado. La cama era súper cómoda y la televisión tenía muchos canales.

Personalmente, encontré la zona de estar en ciertas habitaciones un poco pequeña.

Siempre vuelvo al mismo lugar por su personal amable y localización conveniente. La primera vez me dieron número de comida local. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi, aparcamiento, 24h recepción, bar, restaurante. Volveré por un par de días.

El pan casero te transportará al cielo culinario, ¡una delicia! Además, la ubicación y el acceso fácil son un plus. El personal de la cafetería te tratará como en casa.

A pesar del potencial de 4 estrellas, la habitación y el baño no cumplen con las expectativas. La rigidez en horarios y el aire acondicionado que "no se enciende" pueden desequilibrar la experiencia.

Escogí este hotel específicamente para visitar el impresionante Castillo Arazuri, y me sorprendió gratamente encontrar un restaurante y un bar en la propiedad. Disfruté de una deliciosa comida y una bebida refrescante en el bar/lounge.

Problemas con el aire acondicionado.

la limpieza impecable, la ubicación conveniente cercana a la estación de tren, y la parada de autobús justo fuera del hotel que te lleva al centro de Pamplona. Además, el personal proporciona horarios y paradas recomendadas, lo que resulta muy útil.

100% Recomendable

Estábamos cerca del estadio Reino de Navarra y del centro de congresos Baluarte, lo cual nos facilitó ir a esos sitios súper chulos. Las instalaciones eran cómodas y limpias, ¡y el personal de la cafetería fue de lo más majo! Además, pudimos disfrutar de pintxos y tortillas riquísimos a precios asequibles.

Un área de juegos o fiestas para los jóvenes sería top.

A poca distancia en coche desde el hotel, nos sumergimos en la historia mientras paseábamos por los jardines y descubríamos los rincones del Reino de Navarra stadium. ¡Una aventura fascinante para toda la familia!

La ubicación conveniente para la estación de tren y al centro histórico. El desayuno de la cafetería que ofrece buena relación calidad-precio. La amabilidad del personal en la recepción. La limpieza del hotel.

Nada que mencionar.

El personal fue muy atento y simpático. El hotel es tranquilo y bien situado. La cama era muy cómoda y el buffet estaba completo.

Me sentí como en un cuento de hadas, no tengo ninguna queja en absoluto.

Durante mi estancia en Andia, tuve una experiencia desagradable en la cafetería por la noche. Una camarera se comportó de manera desagradable conmigo. Sin embargo, el resto del personal, como la camarera de barra del turno de mañana, fue muy amable y servicial. Además, el vestidor, el baño y la cama en mi habitación eran fantásticos.

Hay un gran problema con el aire acondicionado en el hotel. A pesar de tener una habitación suite junior, el aire no funcionaba y la habitación estaba muy caliente.

Este hotel es una opción perfecta si estás de paso por Pamplona en coche. Está ubicado en las afueras, en una zona industrial, lo cual significa que no hay mucho que ver en los alrededores, pero es muy fácil acceder al centro de la ciudad. Además, el precio es muy bueno considerando todas las instalaciones que ofrece, como una nevera en la habitación y buenas instalaciones en el baño. El desayuno también está incluido y es excelente, con una gran variedad y buena calidad de alimentos.

Todo estaba bien, sin problemas.

Ubicación conveniente, personal amable y educado, camas grandes y cómodas, opción ideal para viajar en familia, buena comida y precio razonable.

Nada de nada.

La habitación era cómoda, pero la cama un poco dura para mi gusto. Disfruté de la cena en el restaurante y la comodidad del aparcamiento. Me relajé en la espaciosa bañera con luces. El hotel tranquilo facilitó la estancia con mi nieta. Las cercanas Iglesia Ortodoxa Rumana y Jardines de la Taconera añadieron encanto a nuestro viaje en familia.

El hotel está ubicado en una zona comercial, lo cual es conveniente para hacer compras. Además, está alejado del centro de la ciudad, por lo que es perfecto para aquellos que buscan tranquilidad. Las habitaciones son cómodas y cuentan con aire acondicionado, lo que ayuda a tener un descanso agradable en las calurosas noches de verano.

El servicio en la cafetería podría mejorar, especialmente en momentos de alta demanda.