Los anfitriones son geniales, muy amables y muy atentos. Nos hicieron sentir como en casa. Todo limpisimo. El desayuno riquisimo. Hemos tenido la oportunidad de practicar nuestro inglés con ellos.je je. El pueblo está rodeado de paisajes espectaculares. La experiencia en el B&B de Anne y Martin superó nuestras expectativas. La habitación espaciosa, cómoda y bonita, igual que en las fotos. La casa invita a hospedarte nada más entrar en su recibidor, acogedora y muy cuidada: una preciosa casa de pueblo al más puro estilo rural-andalusí. Pero lo mejor de la estancia fue la amabilidad y hospitalidad de sus dueños, Anne y Martin, todo un encanto. Nos prepararon un riquisimo desayuno y, a pesar de que no hablaban bien el español, se esforzaron por hacernos sentir a gusto en todo momento. Una pena haber estado tan solo una noche… sin duda repetiríamos.

Me sentí como si me trataran como a un rey, no tengo ninguna razón para quejarme.

La casa tiene un encanto único, es muy cálida y las zonas comunes son preciosas. Los anfitriones están siempre dispuestos a ayudar y facilitar las cosas. Nuestra habitación era preciosa y nos sorprendió el tamaño de la bañera. El desayuno es completo y riquísimo.

Me sentí bien atendido, no tengo ninguna razón para quejarme.

El desayuno fue delicioso, con detalles encantadores y variado. La amabilidad de los anfitriones y la limpieza de la habitación fueron destacables. La terraza ofrecía vistas hermosas y la chimenea le daba un toque acogedor al lugar. En resumen, una escapada perfecta con tranquilidad y paz.

La limpieza impecable, las instalaciones del hotel son excelentes y tienen un estacionamiento conveniente. La ubicación es perfecta, debajo de una colina y rodeada de montañas, lo que crea un ambiente tranquilo y relajante. Además, el desayuno es delicioso y variado, con una amplia selección de platos. Por último, el personal es muy amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar con cualquier pregunta o solicitud.

Es difícil recordar algo.

Trato excelente de los propietarios. Hermosa y acogedora casa.- Terraza con vistas impresionantes.- Desayuno espectacular y bien equipado.

Todo estaba en orden.

Me encantó el ambiente acogedor y relajante de este precioso hotel en el encantador valle de Lecrin. La atención al detalle en la decoración personal e íntima, con toques orientales, fue simplemente encantadora. disfruté mucho de la piscina en el patio, rodeada de plantas, ¡fue el lugar perfecto para relajarme al final del día! Además, la ubicación en las montañas ofreció vistas espectaculares desde mi habitación en la planta baja, con un balcón privado donde pude disfrutar del entorno. Y no puedo dejar de mencionar el delicioso desayuno con mermeladas caseras, que me dejó listo para el día.

Todo estuvo genial, ninguna queja.

Los mejores aspectos de esta estancia fueron la amabilidad y simpatía de los dueños, la casa que está maravillosamente restaurada y conserva su autenticidad, la hermosa terraza, la encantadora piscina en un patio con estilo andaluz y árabe, y los desayunos deliciosos y abundantes. Además, la ubicación estratégica del hotel nos permitió estar a media hora de la playa, de Granada y de la montaña, en un hermoso valle de árboles frutales. Los dueños fueron extremadamente atentos, serviciales y detallistas en todo momento.

No hay nada malo que decir.

La ubicación de este hotel es perfecta, debajo de la colina y rodeado de montañas, lo que ofrece un entorno natural hermoso. La habitación era espaciosa y cómoda, con una decoración encantadora. El desayuno, preparado con cariño, fue excelente y servido en la mesa. Además, la terraza y la piscina en el patio eran realmente encantadoras.

Hubo un pequeño inconveniente con la ducha, ya que hubiera sido más práctico si fuera del tipo "teléfono".

La ubicación es perfecta y el desayuno espectacular. La habitación muy cómoda y el descanso fue total. Los dueños, Anne y Martín, son amables y serviciales, y se nota que disfrutan de su trabajo. La casa está decorada con muy buen gusto.

Me sentí bien recibido, no tengo ninguna pega.

Nos alojamos en un B&B encantador en medio de un hermoso paisaje montañoso. La ubicación, entre montañas y debajo de una colina, le otorga un encanto especial. La habitación era espaciosa, acogedora y silenciosa, perfecta para descansar. El desayuno era delicioso y abundante, servido con amabilidad y dedicación. Además, la casa conservaba el encanto y la arquitectura del pueblo, creando un ambiente acogedor.

Las calles estrechas dificultaban el acceso en coche, pero se podía aparcar en calles más amplias cercanas.