Nuestro propósito de viaje era disfrutar de un pueblo con encanto y vivir la esencia de los pueblos tradicionales. En Don Felix encontramos todo lo que buscábamos. El dueño nos atendió de manera excelente y nos hizo sentir muy bienvenidos. Los bares del pueblo ofrecen comida casera, deliciosa y a precios razonables. Además, el hotel está situado en un lugar tranquilo, lejos del turismo masificado. No podemos olvidar mencionar el maravilloso sendero que hicimos cerca, la ruta del Alba.

Una experiencia maravillosa en este hotel! La atención del personal ha sido excepcional, siempre pendientes de que nuestra estancia sea perfecta. Las habitaciones son amplias, con camas grandes y cómodas, y detalles como la nevera en la habitación son muy útiles. La ubicación del hotel, junto al Parque Natural de Redes, es ideal para explorar la zona. El desayuno es variado y delicioso, con opciones para todos los gustos. La comida y la cena también son excelentes, y el aparcamiento cerrado es una gran ventaja. En resumen, este hotel ofrece una relación calidad-precio inmejorable y ha sido el mejor alojamiento de nuestro viaje de 6 noches por Cantabria y Asturias. Todo fue perfecto, ¡no hay ninguna queja!

Nos encantó la amplitud y comodidad de la habitación, así como la cálida atención del personal. Los desayunos caseros y variados fueron deliciosos, y la cena también fue excelente, con productos frescos y de la zona. Además, este hotel cuenta con unas instalaciones impecables y está situado en un entorno natural privilegiado, ideal para descansar y relajarse. El hotel ofrece transporte y cuenta con aparcamiento, lo cual facilita la movilidad y la comodidad durante la estancia en esta zona.

Me gustó absolutamente todo en mi estancia en este hotel. El anfitrión fue maravilloso, nos cuidó muchísimo y todo estaba hecho con tanto amor. La comida fue espectacular, con pan y desayuno caseros todos los días. Además, todo estaba hecho con productos del huerto del hotel. Nunca había probado unos tomates tan deliciosos. La cena era exquisita y el desayuno era espectacular. El lugar era precioso, despertaba cada día con una vista de las montañas. Definitivamente, volveré al Hotel Don Felix. Recomiendo optar por la media pensión, ¡no se arrepentirán!

La única desventaja que encontré fue que una noche no encontrábamos lugar para cenar y le pedimos al dueño del hotel si podían prepararnos unos bocadillos, pero nos dijeron que no. Además, nos negaron calentar un tupper de comida que teníamos.