El Colorin en Los Molinos es el lugar perfecto para descansar entre Segovia y Ávila. Es tranquilo, acogedor y ofrece una cocina auténtica y casera. La calidad y cantidad de comida en el restaurante "DIEZ" es excelente, especialmente el flan de la casa. Los propietarios, Javier y sus padres, son personas amables. La habitación abuhardillada es coqueta y cómoda. El dueño es muy amable y tiene un gran sentido del humor. Además, el entorno es precioso.

Me sentí muy cómodo, no tengo ninguna razón para quejarme.

Lugar tranquilo y pintoresco. Reforma reciente con ducha moderna y tele grande. Restaurante con menú a buen precio y muchos platos. Habitación limpia y con calefacción adecuada. Personal atento y amable.

disfrutamos mucho de nuestra estancia en Los Molinos. El baño reformado con una ducha amplia y nueva nos encantó, al igual que la amabilidad del personal y los deliciosos picatostes del desayuno. También nos gustó que nos dieran una habitación triple en lugar de una doble en la guardilla, nos sentimos muy cómodos. Si volvemos por la zona, sin duda repetiremos.

Ruido del bar/restaurante durante la noche.

Habitación amplia y limpia, baño reformado aunque sin mampara. Televisión y calefacción funcionando bien. Al estar en la parte superior del bar-restaurante, hay algo de ruido de los clientes, pero a partir de la medianoche todo tranquilo. Buena relación calidad-precio.

el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la sierra. Habitaciones limpias y reformadas, con desinfección de ozono. Localización inmejorable, ideal para hacer rutas sin necesidad de coche. Comida deliciosa y menú variado. Personal amable y servicial. Volveremos.

Falta leche sin lactosa y pan sin gluten.

Nuestra estancia en El Colorín fue muy agradable. La habitación era cómoda y limpia, aunque un poco pequeña. No tuvimos problemas con la ducha, funcionaba perfectamente y tenía mucha presión de agua. Además, el personal fue amable y atento. A pesar de algunos pequeños inconvenientes, en general recomendaría este hotel.

La ubicación perfecta entre Segovia y Ávila. Lugar tranquilo y acogedor. Cocina auténtica y casera. Flan de la casa espectacular.

Nada, todo estuvo bien.

Me encantó que la calefacción estuviera a tope y que también hubiera aire frío-calor en la habitación. El personal fue amable y la ubicación era inmejorable. Además, la comida del restaurante era de muy buena calidad. Sin duda, una excelente opción para descansar en la Sierra de Madrid.

Me sentí muy atendido, no tengo ninguna queja.

Me encantó hospedarme en este lugar durante un par de días. Los mejores aspectos fueron la limpieza impecable de las habitaciones y los baños recién reformados. Además, la ubicación es perfecta, cerca de todo lo que necesitaba. Otro aspecto destacable es el aire acondicionado en la habitación, lo cual fue muy agradable en estos días calurosos.

Hubo algunos aspectos que no me gustaron tanto. Lo peor fue que en la entrada al ascensor había una mesa muy pegada, lo que dificultaba pasar sin molestar a las personas que estaban comiendo.

El personal amable y atento, ubicación en la sierra, habitaciones limpias y cómodas, comida de buena calidad en el restaurante.

Me sentí bastante a gusto, no he tenido ningún inconveniente.

La localización del hotel es ideal para pasar un fin de semana en la Sierra. El pueblo es muy bonito y desde el hotel se puede caminar por todo él. El personal fue muy amable y la relación calidad-precio es excelente. Por 50 euros la noche, vale la pena sin duda.

No dudaría en recomendar este hotel.

En resumen, aunque el hotel tenía una buena ubicación y estaba limpio, las habitaciones eran demasiado pequeñas y oscuras, y se filtraba el ruido de otras habitaciones.

Lo mejor fue la ubicación del hotel, ya que estaba en una zona céntrica y cerca de muchas rutas turísticas. Además, encontré el hotel muy limpio, con sábanas y toallas impecables.

Mi estancia en El Colorín fue realmente agradable. La habitación era cómoda y no faltaba nada. El baño era moderno y la ducha era amplia. Todo estaba muy limpio. Además, la comida del restaurante era buenísima, con muchas opciones para elegir en el menú. Definitivamente recomendado.

El hostal es ideal para pasar un fin de semana en la Sierra. El pueblo es muy bonito y desde el hotel se puede caminar por todo el pueblo. El personal es muy amable. La relación calidad-precio es lo mejor, por 50 euros una noche en un pueblecito bonito de la Sierra merece la pena sin duda.

Me sentí muy contento, no tengo ninguna pega.

Este alojamiento nos encantó por su ubicación en el centro del pueblo, lo cual fue muy conveniente para salir y descubrir los alrededores. La habitación era cómoda y estaba muy limpia, al igual que el baño. El desayuno en el restaurante era delicioso y el personal era amable y servicial. Además, disfrutamos de vistas pintorescas desde la habitación.

Hubo un pequeño problema con la alcachofa de la ducha que causaba que el agua se saliera por todos lados.