100% recomendable. ¡Nos gustó todo! El edificio era muy rústico y formaba parte del castillo, estaba muy bien integrado, lo que daba una sensación de calma y tranquilidad. La habitación era muy grande, con un baño gigante. El desayuno se servía en el bar del pueblo y nos atendieron genial, cada uno podía escoger lo que quisiera para desayunar.

el hostal es precioso. paramos una noche por allí, bajamos de francia, así q después de los precios y de los hoteles y apartamentos que estuvimos, com este sitio flipas por lo bonito, y el precio es estupendo. te ponen una botella de vino, muy bueno. tb hay varios sitios cerca para cenar, y justo abajo la pizzeria que está buenísima también. la gente del pueblo nos ha encantado.

Dificultad de acceso para personas mayores o con movilidad reducida.

El edificio es bonito. La habitación es amplia y cómoda. La bañera de hidromasaje es genial. El desayuno en Cal Ferrer es de calidad. El personal es amable y atento. El pueblo es bonito y tranquilo. Nos prestaron bicicletas gratuitamente. Está cerca de Figueres.

No me puedo quejar de nada.

habitación limpia, grande y cómoda; jacuzzi excelente; atención amable y detallista del personal; desayuno de calidad; tranquilidad del entorno; terraza íntima; amenities de calidad; botella de vino de cortesía; café e infusiones gratuitas; buen restaurante en el lugar.

Nos encantó nuestra estancia en este hostal. La habitación era amplia y cómoda, con una bañera de hidromasaje que fue una maravilla. El edificio en sí era encantador y el entorno también era hermoso. El desayuno en Cal Ferrer fue delicioso y muy recomendable. Además, apreciamos los detalles como las botellas de agua y la botella de vino en la habitación. En general, una experiencia muy satisfactoria. En definitiva, recomendaría este hostal sin dudarlo.

Uno de los inconvenientes fue que el aire acondicionado de la habitación soltaba un poco de agua, lo cual mojó una chaqueta que teníamos debajo. No fue algo grave, pero sería bueno que lo revisaran.

¡Me encantó pasar la Navidad en este lugar! Lo mejor fue el encanto del lugar y lo amplia y cómoda que era la habitación. Realmente se nota que está cuidada y hecha con mimo. Además, la bañera de hidromasaje fue una maravilla, me ayudó a relajarme y desconectar por completo. También me gustó mucho la ubicación del hotel en el centro del pueblo, fue genial poder pasear y disfrutar del entorno. Otro aspecto que me encantó fue el detalle de regalarnos una botella de vino y aguas en la habitación, realmente se preocuparon por hacernos sentir bienvenidos. ¡Fue una experiencia increíble!

mi estancia en capmany fue impresionante, pero esta vez superó mis expectativas. el hotel can xicu es simplemente encantador y acogedor. me encantó la autonomía del check-in y la comodidad de la habitación. las camas y almohadas eran muy cómodas y el detalle del vino fue genial. la ubicación en el centro del pueblo lo hizo aún mejor.

El ruido constante del campanario del pueblo fue molesto, especialmente durante la noche. podría ser un problema para aquellos que buscan descansar y relajarse durante su estancia.

Me encantó todo de este lugar: la casa rural tiene un encanto especial y está muy bien cuidada y limpia. La habitación era espectacular, con una cama súper cómoda y un baño enorme con bañera de hidromasaje. Además, el personal fue muy atento, siempre dispuesto a ayudar en caso de cualquier problema. También me gustó mucho la ubicación, en el centro del pueblo, lo que facilitó dar un paseo por los alrededores.

Hubo algunas cosas que no me gustaron tanto. Por ejemplo, en el pueblo hay un campanario que suena cada cuarto de hora, lo cual puede resultar molesto cuando intentas descansar durante la noche.