Alojamiento antiguo y moderno, decoración con buen gusto, personal agradable, cóctel de bienvenida.

El alojamiento y el personal encantadores. Desayunar en el precioso patio fue una maravilla. La hostería está bien restaurada y la zona de la piscina es fantástica. El personal nos hizo sentir como en casa.

Me sentí seguro, no tengo ninguna razón para quejarme.

Increíble! El edificio antiguo es precioso y está bien cuidado. Las habitaciones son amplias y limpias, con camas y almohadas muy cómodas. La piscina y terraza son perfectas para relajarse. El personal, especialmente Silvia, es atento y amable. ¡Repetiré! 😍

Mi pareja y yo nos hospedamos en Hostería del Mudéjar Ávila durante un fin de semana para disfrutar de una escapada de desconexión. El edificio era precioso y estaba en excelente estado de conservación. Las amplias habitaciones estaban impecables y las camas y almohadas eran comodísimas. Disfrutamos de una agradable cena en el acogedor patio, donde la comida era deliciosa. El personal fue muy profesional y amable, especialmente Silvia, quien nos brindó atención personalizada y nos hizo excelentes recomendaciones. Además, la zona de la piscina fue perfecta para relajarnos después de un día de visitas y excursiones. Definitivamente repetiremos.

Recomiendo este lugar insistentemente.

Explorar la hermosa campiña de Castilla y León desde este encantador hotel familiar es una delicia. El hotel está ubicado en una mansión rural restaurada del siglo XVIII, con un ambiente relajante y familiar.Disfruté de la comida en el restaurante del hotel, ¡qué manera de cenar en estilo!

Las telarañas en el techo de mi habitación eran un adorno encantador, ¡no hay nada como dormir con la compañía de arañas!

Me encantó mi viaje de negocios. Los servicios ofrecidos en el hotel fueron excelentes: había una piscina maravillosa donde relajarse después de una jornada de trabajo, y el personal siempre estaba dispuesto a atender nuestras peticiones. Además, la ubicación del hotel era perfecta, ya que estaba muy bien comunicado con las carreteras principales de la zona. Además, disfruté mucho de la decoración del alojamiento, que combinaba de manera perfecta lo antiguo y lo moderno.

Lo único que no me gustó fue la falta de opciones de entretenimiento en el pueblo. Afortunadamente, la capital, Avila, estaba a solo 20 minutos en coche.