Ubícate sin ruidos a 20 minutos en coche del centro de Granada, en un precioso hostal rural. Disfruta de habitaciones calientes y bonitas, donde sentirás una tranquilidad absoluta. El personal es amable y simpático, dispuesto a ayudarte en cualquier momento. Admira la vista desde la terraza mientras te deleitas con un delicioso desayuno buffet, que ofrece una amplia variedad de dulces y salados. Además, podrás disfrutar del restaurante, donde podrás degustar platos caseros auténticos. Y no te preocupes por el aparcamiento, ya que hay suficiente espacio para cualquier tipo de vehículo.

El plato de ducha y la mampara necesitan una pequeña reforma.

Lo que más nos ha gustado es la atención recibida durante nuestra estancia. Patricia, además de ser una gran profesional, es encantadora. El hotel superó nuestras expectativas en todo: una habitación enorme con terraza, un cuarto de baño también grande, la limpieza de las habitaciones más que aprobada, un trato por parte del personal del hotel estupendo, y por si fuera poco y para ponerle la guinda al pastel. Nos gustaría conocer Granda en invierno, y si llegamos a hacerlo, nos alojaremos en El Nacimiento, eso seguro.

Me sentí como acogido en una familia, no he tenido ningún inconveniente.

El personal fue súper agradable y atento desde que llegamos hasta que nos fuimos. El hotel es precioso y las habitaciones son amplias, con una terraza genial. La comida del restaurante estaba buenísima. El pueblo es increíble y disfrutamos mucho de la fiesta de San Valentín. Las características de la habitación coincidían con las anunciadas en la reserva. El personal fue amable y atendió nuestras peticiones. Nos gustó la ubicación cerca del parque y el nacimiento de las aguas. Disfrutamos del Pantano de Cubillas que está a 20 minutos en coche. La atención del personal fue increíblemente buena. El hotel ofrece buena calidad a un precio económico. Las vistas son preciosas y la zona es tranquila. La cama era grande y cómoda. Todo en el hotel era nuevo.

Me sentí muy especial, no tengo ninguna razón para quejarme.

Este hotel rural se encuentra en el centro del pueblo, lo que facilita el acceso a los servicios y atracciones locales. Además, está a solo un paseo en coche hasta el centro de Granada, lo que lo hace conveniente para aquellos que desean explorar la ciudad. Las habitaciones son acogedoras y las camas son cómodas, lo que garantiza una buena noche de sueño. El personal es amable y atento, brindando un excelente servicio durante toda la estancia.

Aunque en general la experiencia en el hotel fue positiva, algunos clientes mencionaron que hubo ruidos provenientes de otras habitaciones durante la noche, lo cual puede ser molesto para aquellos que tienen el sueño ligero.

Personal amable, camas cómodas, habitaciones amplias con terrazas. Comida del restaurante deliciosa. Pueblo encantador. Buena fiesta de San Valentín. Sin quejas, volveremos pronto.