Las habitaciones espaciosas y el baño limpio. La ubicación es perfecta, cerca del centro y con vistas hermosas. Lo que más me gustó fue la amabilidad del personal. ¡Volvería a hospedarme aquí sin duda!

El mobiliario era antiguo y desgastado, y la decoración era muy básica. Además, algunos elementos necesitaban urgente reparación, como el balcón que no se podía abrir correctamente y el armario con el forro desgarrado.

La piscina y la terraza con vistas al río eran encantadoras. El restaurante ofrecía platos deliciosos y el personal era muy atento. La conexión wifi gratuita fue útil.

La decoración "encantadora" se quedaba corta.

Elegí este hotel para asistir a una consulta por su excelente ubicación junto a la Colegiata de Toro y sus vistas magníficas. Las habitaciones son cómodas, limpias y espaciosas, lo que hizo mi estancia muy agradable. Además, la cercanía al río Duero y la posibilidad de pasear por los alrededores fue un extra que disfruté mucho.

Durante mi estadía, eché de menos un servicio de café por las mañanas en el hotel, ya que necesitaba tomar un café rápido antes de dirigirme a mis compromisos laborales.

Ubicación perfecta, vistas increíbles, posibilidad de aparcar y personal amable. Cunas para bebés disponibles.

Siempre vuelvo porque el personal imprimió mis billetes la primera vez. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi gratis, aparcamiento, almacenamiento de equipaje, recepción 24h, bar/restaurante. Regresaré para año nuevo.

Con una ubicación privilegiada al lado de la iglesia y cercana al centro, Hospedium Hotel Juan II ofrece una estancia conveniente para los amantes de la naturaleza. Las habitaciones son amplias y silenciosas, con camas cómodas para un descanso reparador. Además, las vistas desde las habitaciones son magníficas, con el río Duero y los campos de girasoles que brindan un paisaje impresionante.

El desayuno podría mejorar en variedad y calidad.

Las vistas inigualables desde la terraza panorámica hicieron que cada desayuno pareciera como si estuviera en el balcón del mismísimo Palacio Real, disfrutando del río Duero como si fuera el Támesis. La luz del atardecer bañaba el paisaje de una manera mágica, convirtiendo la experiencia de la hora del café en una obra de arte en movimiento.

El ruido de las cañerías durante la noche.

Lo Mejor de este hotel fue su ubicación perfecta en el centro de la ciudad, cerca de la plaza principal y de las iglesias históricas. Además, disfruté de la hermosa vista del río que ofrecía la terraza del hotel. destaco la amplitud de las habitaciones, muy cómodas y limpias.

Lo peor de mi estancia fue que había un olor desagradable en la habitación, como a tubería. Creo que el hotel necesita mejorar las instalaciones, especialmente los baños, que se veían viejos y necesitan renovación.

Las habitaciones en el Hotel Juan II eran geniales, con balcón, WiFi gratis y aire acondicionado. La vista del río desde la terraza era impresionante. Nos encantó la comodidad, ¡y los niños estaban felices!

La ducha en la habitación era un poco estrecha para mi gusto, pero seguro a otros les parecerá bien.

Amabilidad personal. Amplitud habitación. Limpieza impecable. Relación calidad/precio restaurante. Ubicación perfecta. Terraza con vistas. Exposición interesante. Colegiata y iglesia impresionantes.

Nada, todo estuvo bien.

Excelente ubicación, cerca de bares y tiendas. Habitación limpia y cómoda, con una terraza impresionante para disfrutar de las vistas. Personal de recepción amable y atento. Fácil aparcamiento.

Habitación cómoda y silenciosa. Ubicación céntrica con vistas espectaculares. Fácil aparcamiento. Personal amable. Limpiaban rápidamente.

ubicación excelente en el centro histórico, cerca de la plaza principal y de todo. Las instalaciones del hotel están limpias y bien mantenidas. El desayuno es sabroso y satisfactorio. El personal del hotel es amable y servicial.

Me gustó todo.

El hotel cuenta con una ubicación inmejorable, justo al lado de la iglesia y cerca del centro de la ciudad. Además, ofrece habitaciones cómodas y limpias, algunas con balcón o ventanas abiertas que permiten disfrutar de las vistas. Por otro lado, el desayuno con vistas es simplemente encantador.

Todo estuvo bien.

muy buena relación calidad-precio, habitación con maravillosa vista, personal atento y ubicación perfecta para ver la exposición Las Edades del Hombre en la Colegiata. Volveré sin duda.

Falta de opciones en el restaurante.