Una casa muy bonita y un comedor acogedor. Los propietarios son encantadores y atentos. La cena deliciosa. Recomendado.

Me sentí como en casa, no tengo ninguna razón para quejarme.

Me encantó la experiencia de pasar un fin de semana en este hotel. Lo que más me gustó fue la comodidad de la cama y las almohadas. ¡Dormí como un bebé! Además, el salón era un lugar estupendo para relajarse, tomar un café y disfrutar del paisaje. La ubicación del hotel también era ideal, con vistas preciosas y en un entorno tranquilo. Otra ventaja que disfruté fue la amabilidad y atención de los propietarios, quienes hicieron todo lo posible para que me sintiera como en casa.

Hubo algunas cosas que no me gustaron. En primer lugar, la ducha era muy pequeña y fue incómodo ducharse.

nuestra estancia en Molló fue todavía mejor esta vez gracias a Casa Tapiolas Rectoría. Habitación espaciosa y limpia con vistas increíbles. El desayuno casero y el trato amable nos conquistaron. Sin duda, un lugar para repetir.

Ducha con poca presión de agua.

Desayuno delicioso con productos locales. Habitaciones cómodas y limpias.Vistas hermosas a la iglesia.Entorno natural tranquilo y relajado.Instalaciones renovadas y confortables.Recomendaciones útiles para visitar la zona.Experiencia fantástica y por encima de las expectativas

Todo fue maravilloso.

Mi familia y yo disfrutamos de una estancia maravillosa en Casa Tapiolas. Pasamos varias noches en este hermoso hotel ubicado en medio de las montañas. Nuestra habitación tenía unas vistas increíbles a la ermita de Molló y estaba impecablemente limpia y cómoda. El desayuno, preparado con amor por la dueña, fue delicioso y nos brindaron excelentes recomendaciones turísticas. Los anfitriones, Leticia y Marten, fueron muy amables y atentos en todo momento. Recomendaría este hotel a cualquiera que busque un lugar tranquilo y relajado en plena naturaleza.